lunes, 26 de diciembre de 2011

¡¡REBAJAS!! LA LOCURA DEL CONSUMO (G1)

Bárbara Espinosa y Aida Campos

Queda poco para las famosas rebajas de enero y se produce esa llamada de atención a la que muchos consumidores no nos podemos resistir. Las rebajas siempre han sido una ocasión para que los comerciantes, mediante una bajada de precios, pudieran deshacerse de productos sobrantes coincidiendo con el principio de una nueva temporada. Pero ahora, en la situación de crisis que vivimos las rebajas sirven a los comerciantes para poder “salvar” las pocas ventas que se producen el resto de la temporada.

Así, llevamos ya varios años escuchando en los diferentes medios de comunicación que nos encontramos ante “las mejores rebajas en años” o “las rebajas del siglo” como si de un partido de futbol se tratara. Pero, ¿no estamos en crisis?, ¿no nos acabamos de gastar un dineral en las navidades?, ¿y qué pasa con la cuesta de enero? Pues, por si acaso las navidades no han supuesto suficiente gasto a los ciudadanos, aún les queda a los ansiosos comerciantes la traca final: las rebajas. Pocos son los que se resisten a esta “ganga”.

Todo eso no importa porque en nuestro corazón consumista palpita con fuerza esa necesidad de comprar lo que sea (aunque se trate de productos innecesarios), para no dejar perder esa “oportunidad histórica” que nos brindan los comerciantes. Por otra parte, no es raro pensar que si en las temporadas de rebajas los precios son inferiores a los precios que originariamente tienen estos productos, nos encontramos ante una tremenda injusticia para el consumidor y una gran ventaja para los comerciantes, ya que incluso con esos nuevos precios continúan ganando dinero, lo que nos lleva a pensar que con los precios anteriores nos sometían a un verdadero atraco a mano armada.

Según datos de Acotex (Asociación Empresarial del Comercio de Textil y Complementos), las ventas del comercio textil han bajado un 20% en los últimos cuatro años, periodo en el que han cerrado cerca de 10.000 establecimientos. Y es que además, en los últimos años, la solución para muchos consumidores ha sido la de comprar únicamente en las temporadas de rebajas (los meses de enero y julio), lo que provoca que las tiendas solo consigan mantener su facturación en los periodos de rebajas. Una facturación no demasiado elevada, ya que el presupuesto que los consumidores destinan a las rebajas ha bajado un 61,5 por ciento desde el año 2006, cuando se situaba en 130€ por persona mientras que las previsiones para julio de 2011 iban de los 50 a los 80€.

La gente retrasa sus compras hasta las siguientes rebajas, con lo que se produce ese efecto “avalancha” que tanto estamos acostumbrados a ver en los medios, con esa imagen de la misma señora friki entrando siempre la primera en los grandes almacenes, corriendo como si le fuera la vida en ello.

Esta es una imagen mítica de todos los telediarios al comienzo de las rebajas, es la inauguración oficial y “no te las puedes perder”. Todos estamos metidos en el mismo círculo, nos lo ponen ante nuestros ojos por si alguno no está aún convencido de sumarse al gasto. Hay que aprovechar y consumir porque ¿qué mejor momento del año que este? En realidad económicamente es el peor, pero nos convencen de lo contrario.

Los clientes más impacientes serán aquellos que consigan realizar sus deseos más consumistas siendo los primeros en poder elegir sus prendas y objetos favoritos.

Es la presión social y publicitaria a la que estamos sometidos, que nos inculca en todo momento que para conseguir la felicidad hay que consumir y comprar y utilizar continuamente la tarjeta de crédito, ya que eso nos da… ¡¡Subidón, subidón!!

Entonces, según esta perspectiva anti-crisis de comprar solo en estos meses, parece razonable esa locura que nos da por las rebajas, pero ¿realmente compramos lo que necesitamos? No, compramos de más para así poder aliviar la necesidad de consumir en el periodo entre-rebajas. Y por eso, realmente lo que nos provoca esa ansiedad y locura que se desata durante ese periodo no es más que nuestro más puro instinto y necesidad de curarnos de la sensación de privación consumista anterior.

Un buen consejo: aprovechar esos días en los que las prendas se rebajan hasta más de un 50% de su valor inicial para comprar todos los posibles regalos del año siguiente: navidades, cumpleaños, aniversarios, boda…todos ellos a un ¡módico precio!

1 comentario:

  1. ¿Creeis que nos tienen que convencer para ir a comprar en las rebajas? No se, yo creo que a los españoles nos llena de orgullo y satisfacción comprar barato. Yo creo que el problema de las rebajas viene cuando compramos por comprar porque "total, son 3€ na más".

    Llevamos unos cuantos años en crisis y no creo que las rebajas nos dificulten la economía. Si tienes dinero para gastarlo, lo gastas, pero sino lo tienes, o no te lo gastas o miras con minucia en qué inviertes esos 3 euros.

    Por otro lado, yo creo que la crisis ha hecho que por lo menos en el tema de la ropa haya rebajas todo el año. Ya no ponen Zaras o Berskhas nuevos, sino que abren tiendas llamadas "modas Shangay" o "Cerezas" donde por la mitad de precio compras los mismos productos, que imagino que también durarán la mitad de tiempo. Pero bueno, ahi cada uno es libre para decidir dónde gastar sus euros

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