lunes, 26 de diciembre de 2011

EL LADO OSCURO DE DISNEY (G2)

Nuria Herrero y Luis Macheti

Para muchos de nosotros hablar de Disney es hablar de ilusión, de nuestra infancia, de entretenimiento, de sueños y de valores éticos. Pero algunos no están del todo de acuerdo con esta opinión.

Y es que Disney ha creado un estereotipo y difundido unos patrones de hábitos de vida y comportamientos sociales que nos sitúan a las diferentes personas en un estatus o en otro.

Los estudios Disney se fundaron en 1923 por Walter y Roy Disney, desde entonces hasta hoy han estado salpicados de polémica. Ya en los años 30 algunos analistas sugirieron que había un lado oscuro en aquellas películas Disney.

Descubrimos Disney en nuestra infancia y comenzamos a confiar en esta marca para siempre.

Un magazine femenino chileno proponía, el año pasado, que se le otorgara a Disney el premio Nobel de la Paz. ``No debe extrañar, por lo tanto, que cualquier insinuación sobre el mundo de Disney sea recibida como una afrenta a la moralidad y a la civilización toda", tal como escriben Ariel Dorfman y Armand Mattelart en 1972 en su libro `Para leer al Pato Donald´. Un libro que analiza las tiras cómicas del Pato Donald.

Además en 1935 Disney fue premiado por la Sociedad de Naciones con una medalla de oro, declarando a Mickey ``símbolo internacional de buena voluntad´´.

Comparto aquí dos citas interesantes del libro anteriormente nombrado:

“Mientras su cara risueña deambule inocentemente por las calles de nuestro país, mientras Donald sea poder y representación colectiva, el imperialismo y la burguesía podrán dormir tranquilos.”

“Las ideas de Disney resultan así producciones bien materiales de una sociedad que ha alcanzado un determinado desarrollo de sus fuerzas productivas. Es una superestructura de valores, ideas y juicios. "

Estas afirmaciones son entendidas por algunos como una manera de mostrar la ideología imperialista subyacente en las relaciones entre los personajes de Disney, comparadas con las propias condiciones de trabajo de los empleados de la compañía.

Para Dorfman y Mattelart, detrás de la máscara del mito Disney se esconde el inevitable mensaje propagandístico del imperialismo cultural, del capitalismo estadounidense.

Según numerosos críticos muchos de los títulos de la compañía son ofensivos en lo que a cuestiones raciales o de género se refieren. Walter Disney siempre negó tales afirmaciones, aunque no dudó en hacer cambios en muchas de sus películas conforme a los gustos del público.

Por ejemplo, Mickey Mouse tuvo que cambiar sus modales conforme fue ganado popularidad, pues en sus inicios su humor era más ácido y estaba entregado a los vicios, como se puede comprobar en un corto de 1928 `The Gallopin Gaucho´, donde se permitía el lujo de fumarse un cigarrillo y beberse una cerveza.

Las representaciones de la figura femenina, polémicas desde los primeros títulos, también han sufrido una notable evolución.

En uno de los personajes pioneros, `Bambi´, el estudioso David Payne ve la encarnació

n de todo deseo masculino, un patriarcado de un solo hombre que tiene dominio y propiedad absoluta.

Otro tema crítico, es la representación racial. Peter Pan, Dumbo o Los tres cerditos fueron criticados por ser poco respetuosos con los nativos americanos, los afroamericanos o los judíos.

En la misma línea podemos hablar de cómo todos los protagonistas masculinos de sus películas tienen que defender y proteger a guapas, indefensas mujeres, Cenicienta, La Bella durmiente…

Y cómo dentro de esta hiperrealidad muestran a sus espectadores unos estereotipos bien marcados. A las niñas se las enseña cómo deben ser de mayores, cómo deben comportarse y qué deben esperar de su príncipe azul y cómo los cuentos de amor siempre terminan bien, así que a las culturas postmodernas tecnológicamente avanzadas se ven íntimamente alteradas por estímulos que les enseñan una simulación de la realidad, fingen lo que no se tiene, así uno asume la realidad virtual como real.

Artistas como Rodolfo Loaiza pinta el lado más oscuro (como él mismo lo llama) y desencantado del universo Disney, despojándolo de todas las connotaciones características del mismo.

Aquí os dejamos algunos de sus cuadros más impactantes, pero podéis admirar toda su obra en su galería en Flickr.


Algunas preguntas para el debate que os proponemos son: ¿contribuye el consumo de películas Disney en la infancia a desarrollar una visión machista del mundo?, ¿creéis que las películas Disney transmiten valores éticos y morales?, ¿condicionan nuestras expectativas respecto a las relaciones de pareja?

LA PESCADILLA QUE SE MUERDE LA COLA (G2)

Laura López y Jairo Sepúlveda

Luchamos por buscar nuestra identidad materializada en productos de consumo, nos servimos de las marcas para crear nuestra apariencia, nuestro yo, el modo en que queremos que nos vean. Somos capaces (unos más que otros) de juzgar a una persona o de creer conocerla y encasillarla en un simple vistazo por su ropa, sus gustos, la música que escuha, el perfume que usa, su forma de hablar... Y es que todos estos aspectos que son el centro de estudio de teóricos estructuralistas como Baudrillard hablan por y de nosotros. Los diferentes estilos de vida y las formas de consumo están asociados a los diferentes grupos sociales (tribus urbanas). El comportamiento de consumo guía actitudes.

 Las marcas no solo identifican al producto, las marcas MARCAN al individuo. Las marcas que surgieron con la producción en series fruto de la necesidad de identificar los diferentes productos, se encargan ahora de dotar de personalidad a los productos. Ya no se emplea la publicidad que ensalza las características del objeto por ejemplo, ahora dotan de personalidad al producto; se apropian de las ideas y valores de los individuos (revolución,comunidad,ecología) y son tratadas como contenido de marketing para las marcas. De esta manera las marcas actúan despojándonos de toda personalidad y convirtiéndonos en consumidores alienados.Es la pescadilla que se muerda la cola, las marcas se apropian de identidades sociales y nosotros compramos las marcas con las que nos identificamos.¿Cuál es el papel qué jugamos los sujetos en este circuito? Si atendemos a la afirmación de que los individuos no participan en el proceso de producción , podemos afirmar que los objetos de consumo nos son impuestos, y por tanto, nuestra libertad de elección y decisión de compra está limitada por quienes si participan en este proceso, haciéndonos dependientes de lo "dictado" (alienados). Si encima vivimos en un mundo globalizado, los productos son idénticos entre ellos y las marcas se copian unas a otras, ¿cuál es la la clave para diferenciarse?

Tenemos un posicionamiento en pos de la crítica de lo establecido como convencional, ya que el sistema que nos rodea no está sujeto a el raciocinio del individuo. Nos dejamos llevar por la corriente sin saber hacia dónde nos lleva y pertenecemos a un todo del que no somos conscientes. Este modo de evaluar la sociedad nos lo presentaba la Escuela Crítica de Frankfurt, que desmontaba todas las teorías para ponerlas al servicio de la crítica.

CONSUMO DE LOTERÍA DE NAVIDAD (G2)

Alexia Echevarría y Raquel Torres

Fé, sueños, obligación, compromiso, tradición… ¿qué te motiva a comprar lotería en navidad?

Los orígenes de la lotería nacional que conocemos hoy se sitúan en plena Guerra de Independencia, el 18 de diciembre de 1812, aunque aún no se denominaba así, sino que el pueblo la llamó "lotería moderna”. La razón de esta nueva lotería era aumentar los ingresos de los fondos públicos sin quebranto de los contribuyentes. Hubo que esperar al año 1892 para que por primera vez fuera oficial la denominación Sorteo de Navidad, que se utilizó en la lista de premios. Entonces se celebraba el 23 de diciembre. En 1897 se incluyó por vez primera ese nombre en los décimos de la lotería.

La lotería de Navidad tiene un valor de cambio para los consumidores, y para el Estado el cual pretendía recaudar fondos y los consumidores obtener dinero a cambio.

Hemos comprobado que a lo largo de la historia, el consumo de la lotería de Navidad, ha sido siempre muy elevado, sin importar apenas la edad o la clase social de los consumidores, siendo los motivos muy diversos… ¿qué te motiva a consumir lotería de Navidad?

Según diferentes estudios que hemos analizado, la publicidad influye en el consumidor a la hora de comprar lotería de Navidad; a pesar de ello, no estamos de acuerdo ya que creemos que las personas que compran lotería no son influidas por ver el spot publicitario, sino que su consumo se debe a otros motivos.

Nosotras pensamos que los principales motivos que mueven a las masas a dicho consumo son los siguientes:

- Fé: unida a las diferentes supersticiones arraigadas a la cultura del sorteo, como son: “si no lo pagas, no te toca”, “la lotería no se regala”, “pasar el décimo por la cabeza de un calvo, o por la chepa”, “no cantar el número”, “guardarlo nada más comprarlo y no volverlo a mirar hasta el día del sorteo”, “no digas que va a tocar que luego no toca” “comprar el décimo el último día”…

- Sueños: quién no ha pensado ¿qué haría si me tocara el Gordo?, la Lotería de Navidad conoce esta ilusión del consumidor y “juega” con ella en sus spots publicitario con la frase mítica “¿y si cae aquí?” y es ese “y si” el que te hace soñar con poder cambiar tu vida de un plumazo. Los sueños más repetidos suelen ser “me compro una casa, me compro un coche, dejo de trabajar y le digo cuatro cosas a mi jefe, me jubilo, monto un negocio…”

- Obligación: se relaciona cuando alguien te encarga comprar un décimo y te sientes en la obligación de comprar otro para ti por el “y si” toca. También cuando en una familia alguien regala un porcentaje de un décimo por lo que te sientes obligado a hacer lo mismo.

- Compromiso: está vinculado a la compra de décimos en bares, establecimientos, etc. que frecuentas diariamente, o cuando alguien de la familia vende décimos para viajes de fin de curso o con otros fines.

- Tradición: hay muchas personas que todos los años juegan el mismo número, o la misma terminación, y es ese “y si” de nuevo, ¿“y si dejo de jugarlo y toca?” el que te lleva a comprarlo de nuevo, por lo que en algunas ocasiones se mezcla la tradición con la obligación.

Y a ti, ¿qué te incita más a comprar lotería de Navidad, el anuncio o los diferentes motivos antes comentados?

El perfil de los consumidores de lotería ha cambiado en los últimos años. Antes los consumidores mayoritarios eran hombres de entre 35 y 45 años, mientras que ahora las mujeres consumen en la misma proporción, y el rango de edad ha aumentado desde los 20 a los 45 años, ligado esto a las nuevas tecnologías y a la necesidad de liquidez para pagar las hipotecas.

Desde hace un par de años, debido a la crisis se ha producido un cambio en la mentalidad de los consumidores; como no se tiene dinero, se busca la manera de encontrarlo fácilmente, es decir, más gente prefiere consumir lotería de navidad, con la esperanza de ganar algo de dinero, en vez de productos que no dan la posibilidad de obtener beneficio.

En este año ha habido un aumento en cuanto al consumo de lotería de Navidad en portales de Internet de hasta 7€ por persona en la primera quincena de diciembre, además también ha aumentado el premio Gordo siendo actualmente de 4 millones de euros, es decir, 20.000 € por cada euro jugado, lo que incrementa el consumo de esta lotería en tiempos de crisis.

Por otro lado, debido a la crisis, muchos españoles han emigrado en busca de trabajo a otros países, pero esto no impide que sigan siendo consumidores de esta lotería ya que se pueden adquirir los décimos por Internet.

¿Por qué la lotería de Navidad es en la que participa más gente a pesar de no ser la que tiene el mayor premio ni en la que hay más posibilidades de que te toque?

¡¡REBAJAS!! LA LOCURA DEL CONSUMO (G1)

Bárbara Espinosa y Aida Campos

Queda poco para las famosas rebajas de enero y se produce esa llamada de atención a la que muchos consumidores no nos podemos resistir. Las rebajas siempre han sido una ocasión para que los comerciantes, mediante una bajada de precios, pudieran deshacerse de productos sobrantes coincidiendo con el principio de una nueva temporada. Pero ahora, en la situación de crisis que vivimos las rebajas sirven a los comerciantes para poder “salvar” las pocas ventas que se producen el resto de la temporada.

Así, llevamos ya varios años escuchando en los diferentes medios de comunicación que nos encontramos ante “las mejores rebajas en años” o “las rebajas del siglo” como si de un partido de futbol se tratara. Pero, ¿no estamos en crisis?, ¿no nos acabamos de gastar un dineral en las navidades?, ¿y qué pasa con la cuesta de enero? Pues, por si acaso las navidades no han supuesto suficiente gasto a los ciudadanos, aún les queda a los ansiosos comerciantes la traca final: las rebajas. Pocos son los que se resisten a esta “ganga”.

Todo eso no importa porque en nuestro corazón consumista palpita con fuerza esa necesidad de comprar lo que sea (aunque se trate de productos innecesarios), para no dejar perder esa “oportunidad histórica” que nos brindan los comerciantes. Por otra parte, no es raro pensar que si en las temporadas de rebajas los precios son inferiores a los precios que originariamente tienen estos productos, nos encontramos ante una tremenda injusticia para el consumidor y una gran ventaja para los comerciantes, ya que incluso con esos nuevos precios continúan ganando dinero, lo que nos lleva a pensar que con los precios anteriores nos sometían a un verdadero atraco a mano armada.

Según datos de Acotex (Asociación Empresarial del Comercio de Textil y Complementos), las ventas del comercio textil han bajado un 20% en los últimos cuatro años, periodo en el que han cerrado cerca de 10.000 establecimientos. Y es que además, en los últimos años, la solución para muchos consumidores ha sido la de comprar únicamente en las temporadas de rebajas (los meses de enero y julio), lo que provoca que las tiendas solo consigan mantener su facturación en los periodos de rebajas. Una facturación no demasiado elevada, ya que el presupuesto que los consumidores destinan a las rebajas ha bajado un 61,5 por ciento desde el año 2006, cuando se situaba en 130€ por persona mientras que las previsiones para julio de 2011 iban de los 50 a los 80€.

La gente retrasa sus compras hasta las siguientes rebajas, con lo que se produce ese efecto “avalancha” que tanto estamos acostumbrados a ver en los medios, con esa imagen de la misma señora friki entrando siempre la primera en los grandes almacenes, corriendo como si le fuera la vida en ello.

Esta es una imagen mítica de todos los telediarios al comienzo de las rebajas, es la inauguración oficial y “no te las puedes perder”. Todos estamos metidos en el mismo círculo, nos lo ponen ante nuestros ojos por si alguno no está aún convencido de sumarse al gasto. Hay que aprovechar y consumir porque ¿qué mejor momento del año que este? En realidad económicamente es el peor, pero nos convencen de lo contrario.

Los clientes más impacientes serán aquellos que consigan realizar sus deseos más consumistas siendo los primeros en poder elegir sus prendas y objetos favoritos.

Es la presión social y publicitaria a la que estamos sometidos, que nos inculca en todo momento que para conseguir la felicidad hay que consumir y comprar y utilizar continuamente la tarjeta de crédito, ya que eso nos da… ¡¡Subidón, subidón!!

Entonces, según esta perspectiva anti-crisis de comprar solo en estos meses, parece razonable esa locura que nos da por las rebajas, pero ¿realmente compramos lo que necesitamos? No, compramos de más para así poder aliviar la necesidad de consumir en el periodo entre-rebajas. Y por eso, realmente lo que nos provoca esa ansiedad y locura que se desata durante ese periodo no es más que nuestro más puro instinto y necesidad de curarnos de la sensación de privación consumista anterior.

Un buen consejo: aprovechar esos días en los que las prendas se rebajan hasta más de un 50% de su valor inicial para comprar todos los posibles regalos del año siguiente: navidades, cumpleaños, aniversarios, boda…todos ellos a un ¡módico precio!

PRODUCTOS LIGHT, ¿FICCIÓN O REALIDAD?

Mónica Rodríguez y Adrián Lucas

Remontándonos tiempo atrás, el consumo de alimentos se daba con la única intención de subsistir y así cubrir las necesidades inferiores de la pirámide de Maslow. En la actualidad el consumo se realiza no sólo para alimentarse sino para mantener la línea y hacer culto a la imagen ya que la obsolescencia de las necesidades, que nos lleva a crear una nueva cuando ya está saciada la anterior. Esta doble necesidad que se ve cubierta por los productos light.

Según el acuerdo interministerial del Gobierno de España de 1990 (sin valor judicial) un producto light es aquel que tiene un 30% menos de calorías que su equivalente convencional, e incluye en su etiquetado la información nutricional de ambos productos.

El perfil de los consumidores de este tipo de productos es bastante difuso y se corresponde a cualquier tipo de grupo social y afecta a cualquier persona, desde niños hasta personas de 30 a 40 años aproximadamente, por otro lado, se asocia a personas que están construyendo su autoimagen, su auto concepto y por ende la autoestima.

La relación entre los productos light y la formación de la autoimagen, configura paulatinamente una cultura light, definida como un tipo de vida donde se pueden observar diversas ideologías que se han ido tejiendo en la mente de los ciudadanos con el paso del tiempo donde prima la superficialidad, la falta de compromiso y de profundidad en nuestra vida, lo que podríamos entender como la falta de capacidad para reflexionar y la expulsión de cualquier forma de sentido crítico. En relación al mantenimiento de la línea es destacable que durante los meses de julio y agosto el consumo de productos light aumentó un 63% (Vendomat, 2011) lo que parece guardar relación directa con la necesidad de mantener la línea en las vacaciones veraniegas.

Esto plantea la existencia del valor signo en estos productos, ya que en la sociedad actual el consumidor de productos light parece que adquiere junto con éstos, salud y bienestar.

Los productos light son recomendados para problemas sanitarios, como la obesidad o para quienes sufren problemas hepáticos, el problema lo encontramos cuando la mayor parte del consumo de estos productos se realiza, como hemos citado anteriormente, para mantener la línea y hacer culto a la imagen. Como nos indica el Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo que parece no saber esa parte de la población es que según los nutricionistas el consumo indiscriminado de este tipo de productos es nocivo ya que aumenta el riesgo de desequilibrios nutricionales; y que lo que habría que hacer para tener una buena salud es mantener una dieta sana y equilibrada.

Por otro lado, se plantea que la existencia de este tipo de productos en las estanterías de los supermercados no es más que la respuesta al cambio de valores que está sufriendo nuestra sociedad y que la publicidad fomenta constantemente.

Destacando este cambio de valores, podemos decir que el consumo de productos light está directamente vinculado a las mujeres, pero en la actualidad hay datos que nos demuestran que esto está cambiando, por ejemplo el consumo de Coca-Cola Light en los últimos años ha experimentado un cambio, el sector masculino ha pasado de ocupar un 20% a un 30% del consumo de este producto. Además estos mismos hombres se atreven a consumirlo en público, el consumo fuera de casa ha crecido del 10% al 15%.

Podríamos a decir que lo que percibimos como una opción menos calórica y más sana es sencillamente puro marketing en muchos casos.

¿Es todo esto cuestión de falta de sentido crítico? ¿Quizás es la evolución de las necesidades? ¿O es que el complejo de inseguridad nos impide construir nuestro propio yo por no encajar con los cánones de belleza sociales?

EL CONSUMO DE VIOLENCIA MEDIANTE EL USO DE VIDEOJUEGOS, ESPECIALMENTE EN LA ADOLESCENCIA MASCULINA (G1)

Estíbaliz Plaza y Vanessa Hernández

Diversos estudios han demostrado que el consumo moderado de ciertos tipos de videojuegos de estrategia, fomentan el desarrollo neuronal y la toma de decisiones, la rapidez mental e incluso la capacidad de atención, aunque bien es sabido que el consumo de videojuegos de temática violenta aviva el uso social de la propia capacidad de atención.

VER VÍDEO

En algunos países, se ha llegado a pedir una regulación legal respecto a la venta de cierto material con contenidos violentos, como muestra el siguiente vídeo de un telediario del Estado de California:
En la época adolescente de muchos chicos, con la alteración hormonal que ello supone, se consume de manera "adictiva" los videojuegos en los que el objetivo es matar a los enemigos, y disponen de armas adaptadas al ordenador o videoconsolas para hacer las acciones más reales. En numerosas ocasiones hemos visto en los medios de comunicación, cómo los adolescentes llevan a la vida real las prácticas de sus juegos, con acciones violentas hacia terceras personas, aunque muchos de ellos niegan que tales acciones les gusten, o sean favorables a las relaciones humanas.

Los graves desórdenes en la vida de los adolescentes, son a menudo, producidos por el uso incontrolado de estos juegos. Hablamos de que el jugador obsesivo, es aquel que ha perdido el control sobre el juego. Al principio el empleo de los videojuegos se hace de manera esporádica, más tarde la frecuencia aumenta hasta hacerse prácticamente diaria.

La atención empleada en el juego, por parte de los adolescentes, desemboca en un cansancio y agotamiento del sistema nervioso además de la aparición de algunos problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión. Es en estas ocasiones, cuando también se produce un deterioro en el rendimiento académico, en concreto en la capacidad de atención y en el interés por las actividades escolares.


Este tipo de producto debería dirigirse a un target de mayor edad, que supiera procesarlo de una manera que no implicarse un posible cambio en la personalidad del sujeto, ya que los adolescentes son más vulnerables en cuanto a cambios que ocurren en su entorno. Pudiendo suponer estos productos un riesgo en la consagración de su personalidad definitiva.


Los fabricantes de esta tipología de productos se dirigen en mayor medida a adolescentes, ya que son quienes están mas expuestos a los cambios de su entorno y a la presión de su grupo social de iguales, los mensajes de compra resultan sencillos y emocionales, los cuales en un publico de mayor edad no surten tanto efecto, porque el argumento seria diferente. Los escenarios a modo de dibujo animado, el movimiento de los personajes a modo de seres subordinados y el poder de elección, hacen de los videojuegos escenarios para jóvenes, que se insertan en mundos donde ellos mismo son los protagonistas, algo que los adultos buscan mayoritariamente en la vida real.

EL CONSUMO DE TELESERIES (G1)

Fernando Goyoaga y Emilia Serrano

Las Soap operas.

Cada vez consumimos más obras de ficción a través de la televisión. En particular series televisivas o soap operas como se llaman en los países anglosajones. Lo que pretendemos defender aquí es que una parte de los fenómenos que venimos estudiando se deben a los medios de comunicación masiva y en particular a dichos espacios. Soap operas eran llamadas las primeras series radiofónicas destinadas a las amas de casa norteamericanas. Mientras trabajaban, por las mañanas, escuchaban dichas series que estaban patrocinadas por corporaciones de la talla de Procter & Gamble o Colgate-Palmolive quienes saturaban de anuncios de sus productos a las señoras, amas de casa, cortando continuamente la transmisión. A día de hoy las series televisivas se consumen masivamente a través de la televisión o en su defecto a través de Internet. La publicidad sigue estando presente y se añaden otras formas de comunicación comercial como pueden ser las relativas al product placement. Pero, ¿por qué las consumimos?, ¿nos gustará el tema?, hay temas para todos los gustos: el afán de supervivencia, la amistad, las relaciones laborales y las familiares, el ultramundo, históricas, futuristas y demás. ¿Nos gustarán los personajes?: doctores, supervivientes, zombis, vampiros, amigos, asesinos en serie o familias felices. ¿O nos gustarán las sensaciones que nos transmiten?: risa, tristeza, miedo, alivio, tensión, etcétera. ¿O una mezcla de todas ellas?. Sea lo que sea siempre hay algo que termina enganchándonos.

El relato y las barreras a la persuasión.

El relato está pensado para enganchar y convertir al espectador en un adicto. Hay personas que sienten auténtica necesidad por saber lo que ocurrirá en el siguiente capítulo, quienes parecen sentir ansiedad en los momentos anteriores a conocer los desenlaces prometidos. Y quienes padecen todo tipo de sufrimientos si no consiguen sus dosis de ficción televisiva. No pasa nada, ese mono tampoco puede ser muy peligroso o duradero. El peligro viene más de nuestra predisposición a eliminar nuestras barreras antes de recibir nuestra dosis. No es que nos vayan a vender una cosa en lugar de otra. Yo ya sé qué cereales compro. Sin embargo, si no existiese un grado de efectividad, los anunciantes no lo utilizarían. Estas barreras se eliminan temporalmente mientras dure el visionado. Esto sirve para vender productos, favorecer el aprendizaje, emocionar al espectador, entretener, y más efectos que producen los media, en este caso calientes, como diría McLuhan.

Las series de ficción mezclan, para resultar verosímiles, partes de nuestra realidad con partes inventadas. Suelen ser perfectamente creíbles pues los decorados parecen de verdad, las cosas que ocurren parecen de verdad, y obviamente los personajes parecen de verdad. Un pequeño análisis nos situaría de nuevo nuestras queridas barreras y veríamos cómo sería muy difícil por no decir imposible, encontrarse un médico de esa calaña, un policía asesino, una horda de zombies o cualquier otra ficción. Y sin embargo muchas veces esos personajes se trasladan a la realidad, y hablamos de ellos como si realmente existieran. Hay actores que promocionan productos y muchas veces seguimos viendo al personaje.

Las relaciones sociales en la ficción.

Lo más interesante es que lo que sufre menos ese pequeño análisis en las series, son las relaciones sociales que se dan en el seno de los grupos que forman parte de la ficción. Por poner un ejemplo: el Dr House , es super cool, algo malvado, con mucho talento, inspiración divina, un drogadicto, es rico y mujeriego, a la vez que toca el piano, monta en moto y en monopatín, es cojo y etcétera, etcétera. No se sostiene que exista en la realidad una persona de sus características, por eso su personaje forma parte de la ficción. Sin embargo, una parte de lo que hace es hablar con sus pacientes, enseñar o dirigir su departamento, obedecer o desobedecer a sus jefes y relacionarse con sus amigos. Y estas relaciones que se dan, sí pasan por verdaderas. Pues en el fondo podrían darse perfectamente y de hecho ocurren en la realidad. Un médico tiene que hablar con sus pacientes, las personas se ríen unas de otras, existen las complicidades, los odios, las veneraciones, las atracciones y es de esta forma que se socializa. En contacto con los demás, socializamos, y son las relaciones sociales las que van desde la infancia enseñándonos quienes somos, lo que nos gusta, con quienes nos gusta estar, cómo reaccionamos y la mayoría de las demás cosas que al final hacemos. Definen nuestros valores y costumbres, nuestras habilidades sociales, parte de nuestras capacidades, sustentan al fin y al cabo nuestra manera de existir. Para todo esto es necesario un aprendizaje que muchas veces se da a través del ensayo y el error, y a medida que se avanza en el tiempo se van destilando las individualidades y en general nuestra personalidad.

“Pasan por”. Pues hace falta servirse de la realidad para conformar algo que sea creíble en la ficción. Y por un lado se sirven de lo que podría ser. ¿Podría ser que en un hospital estuviesen todos liados unos con otros y sus vidas fueran un auténtico culebrón a todas horas sin que cada uno de ellos no tuviera amigos o familiares fuera de dicho hospital? Pues no. Pero sí que una cirujana se enamorara de un cirujano y se fueran a vivir juntos. Por otro lado, se sirven de la ficción. Porque es atractiva. En la ficción hombres y mujeres son todos muy atractivos y atractivas, si hay sufrimientos luego las alegrías son enormes: suele ser todo bastante lacrimógeno, las ansiedades se alivian, sobrellevan sus desgracias de manera envidiable, las desigualdades se esconden y todo termina como empezó, dejándote ganas de más.

Socialización e hiperrealidad.

Lo que le ocurre al espectador es que con las barreras bien bajitas esperando su recompensa, recibe toda una ración de relaciones sociales. Que poco a poco van integrándose a sus valores, sus creencias, sus conocimientos, y sus costumbres. En definitiva, a su forma de vida. Y no hay tampoco ningún problema, sólo el de no saber que no es él mismo el que va configurando su personalidad en base a lo que aprende en su vida, y a través de sus acciones, sino a través de lo que alguien muy lejos suyo se inventa. Y así se va configurando lo que Baudrillard llamaba, hiperrealidad. Si a cada producto que consumimos, le añadimos valor signo hasta desvirtuarlos de sus funciones y consumirlos por lo que el grupo decide que hay que consumirlos, y esto nos define. Cabe esperar que en la ficción también los personajes y sus personalidades sean definidos por aquellas cosas a las que les añaden valor simbólico. Y se dan casos de series en donde lo que se consume no son solo objetos sino relaciones, o incluso personas.

Al asociar valor signo a las cosas que las personas utilizan, se asocian esos valores signo a las personas, convirtiéndolas en cosas, o en objetos de consumo, más o menos cercanos a lo que supone el grupo que debe ser aquello que se debe utilizar, cómo se debe ser, o actuar. En este caso el grupo que aparece en pantalla es el que define el valor signo. Así que terminará definiendo cómo debe ser el espectador. Que ha pasado a ser un objeto de consumo cuyo valor se define en relación al valor que detentan los personajes en la serie. No supone un problema aprender a relacionarse como lo hacen los personajes si luego en la realidad dicho espectador se encuentra con personas que han socializado de la misma forma, absorbiendo esos valores. Sin embargo es posible que fomente su soledad y su inseguridad si a lo que tiende es a valorarse en relación con lo que ocurre en la ficción. Pues envejecerá, enfermará, se frustrará, vivirá entre desigualdades, en definitiva conocerá aquello que la ficción no muestra.

¿Os parece que es una exageración lo que decimos?, ¿hasta qué punto deseamos, soñamos y nos comportamos en base a lo que vemos en las series?, ¿son las series las que van conformando ciertos valores en la sociedad, o al revés las series son las que se nutren con los valores que identifican en la sociedad?, ¿creéis que nos educan de alguna forma?, ¿estáis de acuerdo con lo que se dice en la entrada?

lunes, 12 de diciembre de 2011

ESPAÑA: CENTRO TURÍSTICO (G3)

Andrea Rodríguez y Marta Albarran

¿Qué es el turismo?:

La definición que hemos encontrado de turismo es la siguiente: actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias a lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios o por otros motivos.

Los datos del año 2009 revelan que en ese momento, debido a la crisis, se produjo un notable descenso del turismo español a destinos internacionales. Gracias a una investigación llevada a cabo por la consultora THR, comprobamos que un 48% de la población develaba que iba a cambiar sus vacaciones previstas por destinos más económicos, en este caso, el turismo rural. Las comunidades que más favorecidas se vieron por este fenómeno fueron las del norte, como Galicia, Asturias, Cantabria, o País Vasco. Por el contrario, lugares como Andalucía, Valencia, Murcia, Las Islas Baleares y Canarias continuaron con un volumen de turismo alto, que siempre les había caracterizado.

No solo nosotros mismos elegimos nuestro país como destino,sino que turistas extranjeros vienen a España, especialmente tras los conflictos de Oriente Medio, ya que lo consideran un sitio tranquilo, soleado y económico en comparación con sus lugares de orígenes. Vienen llamados también por nuestra gastronomía, cultura, paisajes, etc. Hay datos que corroboran este hecho, y es que en 2011 los establecimientos hoteleros aumentaron un 8,9% sus ventas y un 8 por ciento en general el tuismo en España.

Todo esto en ocasiones resulta contradictorio, ya que, numerosas empresas de viajes se están yendo a pique y otras no paran de despedir a gente. Como vemos en los datos del 2009 al 2011 se ha producido un cambio en los hábitos de los consumidores ya que se han tenido que amoldar a su economia y buscar los destinos por su propia cuenta. Todo esto tiene como consecuencia la caida de las tradicionales agencias de viajes.

Observamos que el consumo de viajes pese a la crisis sigue en aumento y parece ser que buscamos alternativas más económicas, para seguir disfrutando de nuestras vacaciones. Internet es una de las bases para el ahorro, ya que todos conocemos páginas como letsbonus.com o buscadores de vuelos y hoteles baratos.

En conclusión, el consumo de turismo ha cambiado, ya que antes nos dirigíamos a cualquier agencia y nos solucionaban todo, ahora, con la crisis, buscamos modos de ahorrar sin perder el disfrute de nuestro tiempo libre.

Aunque parece que sigue habiendo gente que considera que a través de una agencia el viaje será más seguro y de mayor calidad. Algunas preguntas que se nos plantean son, ¿esto sigue siendo así en la actualidad?, ¿influye la edad en el modo en el que decidimos viajar?, ¿acabarán existinguiéndose las agencias de viajes tradicionales?

VIOLENCIA INFORMATIVA (G2)

María Calavia y Zara Verdugo

Películas de acción y series de criminales habitualmente se emiten en una franja horaria “adulta” para restringir el acceso de los menores a estos contenidos que tan a menudo contienen imágenes muy explícitas de actos crueles y violentos que pueden impactarles.

Mientras estas películas y series de ficción son vigiladas y criticadas por la sociedad hay otro tipo de programación que podemos ver a la hora de la comida y de la cena (tres de la tarde y nueve de la noche aproximadamente): los informativos. Estos espacios informan a los espectadores de las noticias de relevancia a nivel nacional e internacional acompañando a cada suceso con imágenes que calan en la mente del espectador y cuentan por sí solas los hechos.

Muestra de ello son las imágenes de la muerte de Gaddafi que inundaron durante días los informativos de todas las cadenas de televisión de españolas, tanto de su traslado desde que le capturan como de su cuerpo sin vida al que visitan miles de personas para mofarse o insultarle. El siguiente enlace es un ejemplo de cómo dio la noticia Antena 3.

Baudrillard nos hablaba de la hiperrealidad, la incapacidad para distinguir el mundo real del ficticio, llegando a tomar por realidad la ficción. En este caso, nosotras, hemos encontrado diferentes artículos sobre estudios científicos que concluyen que el público, incluyendo el infantil, es capaz de distinguir entre esos dos mundos, realidad y ficción, no siendo entonces el problema las series ni las películas ficticias sino los informativos que muestran la realidad (de la misma forma hay estudios que afirman que los niños sí son sensibles a la violencia de películas y series). Baudrillard también habla de hiperrealidad en los informativos ya que tomamos la información que vemos en ellos de una guerra como la realidad de la misma. ¿Podemos asegurar que la imagen que nos llega de una guerra por medio de un informativo es la representación real de ese conflicto?, ¿es la imagen que mejor representa la situación o la que más atractiva para los espectadores?

En el artículo El estudio Infancia, violencia y televisión subraya que la violencia de los informativos influye en los niñosse degranan los resultados de un estudio sobre el tema.

Por otro lado, en una entrevista realizada a Jesús Palacios (autor del libro: Juegos mortales) éste afirma: “Lo que sucede con el Asesino de la katana, o el del juego de rol y similares, es que son tratados por los medios de comunicación como espectáculos de ficción. Se les aplica el mismo tratamiento narrativo que se aplicaría a una película de acción o terror… La gente que tiene confusiones para distinguir violencia de realidad y violencia de ficción es porque padece algún tipo de enfermedad mental previa a la influencia de los medios”.

Creemos que es necesario y recomendable vigilar las emisiones de imágenes violentas y agresivas en los informativos ya que se emiten en un horario familiar que permite el alcance a todos los públicos. En especial el público infantil es el grupo más desprotegido ya que no tiene la experiencia necesaria para asumir las imágenes y por ello son más sensibles ante éstas.

Planteamos así varias cuestiones acerca de este tema:

· ¿Creéis realmente que las series y películas de ficción son capaces de condicionar el comportamiento de su público?

· ¿Creéis que en los informativos es suficiente con avisar de que las imágenes que se emiten a continuación pueden herir la sensibilidad de los más jóvenes o es necesario ir más allá?

· Basándote en tu experiencia, ¿qué te impacta más, la ficción de las series y películas o la realidad de los informativos? ¿Por qué?

· ¿Deberían los informativos ser sancionados por la emisión de contenidos violentos por el puro morbo y conseguir audiencia, o crees que entraríamos en censura y libertad de expresión?