martes, 6 de diciembre de 2011

EL SOL, ¿UN PRODUCTO? (G1)

Lucía González y

Ana Utrilla

Cuando la diseñadora Coco Chanel en 1923, se quemó accidentalmente durante una de sus travesías a Cannes, puso de moda la piel bronceada como signo de valores positivos como la belleza, el atractivo y el estatus social.

Hasta ese momento, el bronceado de la piel estaba relacionado con las clases económicamente más bajas debido a su trabajo en el campo. Mientras, las clases pudientes tendían más hacía la tanofobia, es decir, la preservación de la piel blanca como signo de estatus.

En la actualidad esta tendencia continúa vinculada, aunque ya no de forma tan estrecha, a la muestra del estatus social. La visión de la piel bronceada se asocia a ciertos estilos de vida: personas que pueden permitirse más vacaciones y disponen de un mayor tiempo de ocio que dedicar a poner morena su piel, mientras que el blanco de la piel se reserva para aquellos que pasan más horas trabajando.

Hoy en día, la sociedad de consumo en la que vivimos ha contribuido a la persistencia de la moda del bronceado, desarrollando para ello nuevos productos como toallitas autobronceadoras, cabinas de rayos UVA o pistolas de moreno artificial. Esta tendencia ha generado en el individuo unas pautas de comportamiento, que en algunos casos, ha llevado a crear trastornos de la personalidad en el individuo como la tanorexia. Todo encuentra un buen campo de cultivo en el contexto de la sociedad de consumo, a causa del desarrollo de una estética imperante que favorece el moreno, así como a la fuerza de la publicidad y la televisión que también ejercen presión en esta dirección.

La tanorexia es una enfermedad psicológica, los que la padecen se obsesiona con el tono del bronceado de su piel, tendiendo siempre a un aumento del color y observándose a sí mismo como si estuviese pálido.

En el 2006, la Universidad Wake Forest, de Carolina del Norte realizó un estudio concluyendo que los adictos al bronceado obtienen una sensación placentera ante una sobreexposición solar, como lo haría cualquier otra droga. Llegando a sentir ansiedad o angustia al ir perdiendo el tono moreno de su piel.

En este caso el individuo a través de la publicidad y los medios de comunicación se sumerge en una hiperrealidad, donde no consigue diferenciar lo que es real de lo que no lo es. Es de conocimiento público la influencia que estos agentes estimuladores tienen en algunas personas, son los encargados de hacer llegar al individuo unos cánones de belleza contribuyendo así en algunos casos al desarrollo de enfermedades como esta u otros trastornos como la anorexia o la bulimia (sin ser obviamente el único factor interviniente). Todo por seguir el dictamen que la moda nos marca y que se sirve de la publicidad y los medios de comunicación para hacérnosla llegar.

En el caso de la tanorexia, esto llega hasta tal punto que el que lo padece utiliza otro tipo de alternativas cuando no se dispone del sol para cubrir sus necesidades de bronceado permanente. Esto nos lleva a plantear la visión del sol como si fuera un producto.

Durante la estación de verano, en los últimos años, se ha observado un aumento en los casos de tanorexia y aunque no existen cifras oficiales, hay unos datos aproximados sobre el perfil del tanoréxico.

Suele darse en mujeres entre 20 y 35 años y hombres a partir de los 50. Los tanoréxicos le dan tanta importancia al moreno de su piel que no tienen en cuenta las campañas que el gobierno realiza durante el verano para alertarnos sobre las consecuencias de la exposición continuada al sol, sometiéndose a horas continuas de sol y de rayos UVA, con el fin de satisfacer esa necesidad.

Los enfermos de tanorexia tienen un riesgo mayor de sufrir efectos perniciosos para su salud como el envejecimiento prematuro de la piel u otras más alarmantes como el cáncer de piel. Una enfermedad que aumenta y que según un estudio de EE.UU. una persona muere cada hora de un melanoma en el planeta. Cada año en España se diagnostican 3500 casos aproximadamente de cancer de piel y dos personas al día mueren en nuestro país a causa de esta enfermedad.

Para los tanoréxicos el problema se vuelve aún más grave, y nos ha llevado a plantearnos si hemos alcanzado un punto en el que disfrutamos del sol como un producto, como si se tratará de una mercancía de la sociedad de consumo. Y si es cierto que la publicidad y los medios de comunicación, conducen al individuo a no saber diferenciar sobre lo que es un producto y no lo es.

Por todo ello, ¿se puede hablar del sol como un producto?

Material audiovisual

6 comentarios:

  1. EL consumo del sol a día de hoy es un auténtico producto de consumo.
    Creo que en la sociedad actual sí que se encuentra establecido el tono moreno de la piel como representación del estatus. Un alto estatus que te permite viajar y en consecuencia disponer de tiempo libre.
    Los sustitutos del sol, como lo son los rayos uva, cremas, toallitas... dirigidos a aumentar el tono de piel representan otro nivel de estatus, que en mi opinión no se encuentra a la altura del anterior, dado que esta opción es más accesible a diferentes clases sociales. Es en este caso donde residiría el hiperrealismo, tomamos la realidad como ficción y la ficción como realidad.
    En cuanto a la adicción que llega a causar, creo que no es tanto el querer estar moreno si no que ese tono siga aumentando sin conformación por parte del obsesivo, ya que nunca les parece suficiente como para mantener esa exposición y mucho menos para rebajarla, llegando a formar parte de ellos, a ser imprescindible este tono tostado.
    Creo que esta obsesión al igual que otras viene marcada por la inconformidad, ya que siempre queremos más, la superación de lo insuperable.
    Por otro lado creo que muchas veces buscamos lo que no tenemos, y esto nos parece mejor que lo nuestro.
    En este caso se habla del moreno de la piel, pero también hay gente que se obsesiona por todo lo contrario, buscar un blanco impoluto en su tez. También como la búsqueda de lo que no tenemos. Aunque sigue siendo una obsesión, creo que el fondo, o el inicio de este caso vendría marcado por un tema racial. Un claro ejemplo de ello sería el caso de Maikel Jackson.

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  2. Hola.
    Me parece maravilloso que se busquen patologías para explicar conceptos. Una vez que nos vamos a la postura extrema, comprendemos mejor estos. Sin embargo no me parece que la hiperrealidad sea un concepto exclusivo de los trastornos de la personalidad. No me queda claro, pero parece más que la hiperrealidad es un concepto para explicar un fenómeno social general, no particular o exclusivo de esos trastornos.
    Por ejemplo, no es porque el tanoréxico haya perdido la noción, en su obsesión, de lo que es "aceptable" socialmente, lo que explica la hiperrealidad. Si así fuera, seríamos todos susceptibles de terminar trastornados a medio plazo. Y pese a que este blog cada vez se parece más a un diccionario de trastornos psicológicos, sigue siendo en principio, un espacio de discusión sociológica.
    Claro que sí, nos chamuscamos al sol, y se hace la simulación de los efectos del sol con productos que no son el sol. De tal manera que creemos que poniéndonos cremitas para estar morenas seremos igual de guapas que las chicas morenas que aparecen en las revistas, que creemos se pasarán el año a la bartola. O que tendremos tanto o más éxito que Julio Iglesias. Pero esa no es la realidad.
    Creo que no hace falta irse tan lejos, básicamente porque las patologías pueden ayudar pero son tremendamente complejas. Con respecto a la pregunta de si el sol es un producto, pues creo que está claro, se evidencia todos los años en verano cuando vienen aquí los guiris y se vuelven a sus casas como cangrejos. No se qué parte del PIB representa el turismo del sol, en Andalucia parece que entre un 10 y un 15 por ciento de su total.
    Sobre si la publicidad y los medios de comunicación conducen al individuo a no saber diferenciar lo que es un producto de lo que no lo es. ¿Como un efecto? Habría que definir de qué productos hablamos. En el caso del sol, se trata de una materia prima para la publicidad. Precisamente porque tiene varios significados, y es muy fácil de simbolizar. ¿La utilización del sol como signo en publicidad, ha llevado a los individuos a considerar el sol como un producto? Aquí "producto" resulta ser bastante abstracto, entraría en varias categorías. Tal vez sería más un servicio para el individuo y para la publicidad creo que no hay duda de que sí.
    Si vieramos un eslogan muy cutre: cómprate un pedazo de sol: podrían ser un montón de cosas ¿no?
    Desde una casa en el sur, un viaje en cruzero, un coche sin capota, yo qué se. Supongo que debo contestar que sí a esa pregunta. Pero igual es como lo del huevo y la gallina..
    Me ha encantado la entrada.
    Muchas gracias.

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  3. A la pregunta que formulan mis compañeras en esta entrada, mi respuesta es SI. Digo esto porque me parece que de algo tan básico como es el sol en la vida del ser humano, las empresas comerciales han encontrado un camino más por dónde crear necesidades al individuo inherentes a su ser, ya que a través de él denotas tu estatus, tu posición social frente al resto. Las razones son básicamente las que han sido ya mencionadas, es decir, se ha creado tal hiperrealidad que no sabemos hasta que punto la exposición de sol es bueno o mala; llegando incluso a sustituirlo por máquinas con efectos similares, aunque artificiales. Sin embargo la gran mayoría desconoce los efectos irreversibles que éstas pueden ocasionar como por ejemplo graves quemaduras en la piel.En este aspecto es donde destaco los conceptos que actualmente prevalecen en la sociedad como estatus, prestigio...los cuales se pueden resumir en la SIMPLE APARIENCIA.

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  4. Sara B muchas gracias por tu comentario y perdona porque no hemos podido responder con anterioridad.
    Estamos totalmente de acuerdo contigo en el sentido de que la gente llega a considerar que mediante un falso bronceado gracias a las toallitas autobronceadoras o los rayos uva, logran obtener lo mismo que si de una exposición al sol se tratara, llegando a sumergirse en una hiperrealidad.

    En cuanto a la obsesión por el "estar moreno" le atribuimos mucho a la sociedad de consumo en la que vivimos ya que sin ella trastornos como este u otros no tendrían tanta cancha. En este caso concretamente si no existiera una sociedad de consumo que dispusiera de rayos uva o pistolas de autobronceado, en nuestra opinión no se hubiera generado tal obsesión por el estar moreno, ya que sólo se dispondría del sol para ello, cosa que no es permanente por los cambios de estación.

    A su vez hablamos del "estar moreno" y de como viene fomentado por los medios de comunicación que nos hacen llegar la moda del bronceado como signo de belleza y que llevan al sujeto a la inconformidad de la que tú hablabas.

    En este caso nos hemos querido centrar en la tanorexia y el consumo del sol, ya que es una moda instaurada en la actualidad y muy reciente, quizá la moda por estar blanco también esté, pero desde nuestro punto de vista no a tan gran escala.


    Lo dicho, muchas gracias :)

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  5. Hola Fer, queremos agradecerte a ti también tu aportación a nuestra entrada y decirte que lamentamos no haber respondido primero.

    En el caso de la hiperrealidad quizá no hemos conseguido transmitir lo que queríamos decir correctamente, pero como explicamos en el comentario anterior, semejar el consumo del sol con el consumo de otras alternativas que podemos comprar y que nos otorgan un bronceado semejante, es lo que nos encamina a la hiperrealidad y también a la observación del sol como un producto, que está muy muy asimilado por los tanoréxicos ya que se encuentran sumergidos en esa hiperrealidad.

    Lamentablemente hasta el sol se ha convertido en algo con lo que se comercializa, la entrada viene un poco para hacer reflexionar sobre el tema, ya no sabemos qué nos queda por vender, se vende amor, se vende salud y se vende hasta el sol y estamos de acuerdo con tu visión del sol como un reclamo publicitario pero nosotras queremos ir más allá.

    Nos alegramos mucho de que te haya gustado la entrada, queríamos hacer algo un poco distinto.


    Un saludo y de nuevo gracias

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  6. Sofía gracias por tu granito de arena :)

    Decirte que no es tanto que las personas desconozcan los graves efectos de la exposición al sol, es que simplemente no les importa, la sociedad de consumo ha generado nuevos productos que han acabado por crear una dependencia del sol que ha sido fomentada por la hiperrealidad tan alta en la que viven.

    Ellos mismos no pueden salir de ello aún conociendo los efectos graves que tiene para su salud. Ya no se debe hablar solo de apariencia, aunque comience por ello, la tanorexia es una enfermedad psicológica que va más allá, los enfermos necesitan de su dosis de "bronceado" sin ella no conciben vivir, y el cáncer es un riesgo que corren porque su mente les dice que si deben elegir entre estar moreno o estar sano deben elegir estar moreno.

    Un saludo

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