martes, 6 de diciembre de 2011

EL PODER DEL CONSUMIDOR FRENTE A LA PUBLICIDAD Y LA TELEVISIÓN. El caso de La Noria (G1)

Marta Bravo y Celia Vegas

El 29 de octubre la cadena de televisión Telecinco emitió en prime time el programa “La Noria” de la productora “La fabrica de la Tele”. A éste se invitó a Rosalía García, la madre de uno de los acusados por encubrimiento en el caso de Marta del Castillo.

Antes del día de emisión del programa, la audiencia ya se mostraba reacia a consentir que se dotase económicamente a la madre de El Cuco por su testimonio. Las reacciones del presentador Jordi González se pudieron apreciar en su Twitter donde señalaba que esta señora ya había estado en otros programas y diarios nacionales, concediendo entrevistas sobre el tema en cuestión.

Al día siguiente de la emisión del programa, el periodista Pablo Herreros publicó en su blog “Comunicación se llama el juego” una entrada en la que mostraba su total rechazo a “La Noria”. En particular, por pagar entre 9.000 y 10.000 euros a Rosalía García. Su entrada trata de denunciar que la información sobre un delito se convierta de alguna forma en beneficio económico para el delincuente. Al mismo tiempo critica a los anunciantes por participar (muchas veces sin ser conscientes de ello) en la producción de este tipo de contenidos televisivos.

En la propia entrada aparece una carta dirigida a las marcas que aparecieron en los cortes publicitarios del programa esa noche. La carta en principio pide que los anunciantes no financien programas en los que se pague a un delincuente por contar su delito y más adelante se expone que si no lo hacen, se boicoteará a la propia marca.

Las opiniones respecto a la entrevista corrieron como la pólvora en Internet, presionando a los anunciantes a la retirada de su publicidad del prime time.

El primero en anunciar su retirada del famoso programa fue Campofrío. Su acto fue calificado de “mero capricho” por parte del presentador Jordi González, saliendo así al paso de las críticas y defendiendo su libertad de expresión y la del programa.

El sábado 12 de noviembre tan sólo cinco marcas (Vitaldent, WCNet, Wilkinson, El gato con botas y Pronto) se anunciaban en La Noria. Una de ellas (Wilkinson) emitió un comunicando en el que aseguraba que esa aparición tan sólo había sido un error de la agencia de medios. La solución fue bloques pequeños de publicidad que en total no superaron los 2 minutos de duración.

El problema se agravó cuando se anunció la retirada de todos los anunciantes, hasta un total de 23: Campofrío, Puleva, Bayer, Nestlé, Panrico, Milner, Banco Sabadell, La Razón, Reale Seguros, L´Oreal, Loterías y Apuestas del Estado, Ausonia, El Corte Inglés, Decathlon , Chevrolet, Audi, Bimbo, Vodafone, Hero, Inffinity Pectare, Fontaneda, Danone y Mercedes – Benz, dejando a La Noria sin publicidad para el programa del sábado 19 de noviembre. Esto conllevó que los cortes publicitarios se rellenaran con autorpromociones (a lo TVE) que no generan ningún tipo de ingreso a la cadena.

En un modelo de televisión en el que la publicidad es la fuente de ingresos, ¿se puede permitir Telecinco que un programa que cuesta 500.000€ no obtenga ingresos?

La cumbre de Telecinco barajaó varias alternativas para dar solución al problema. Entre ellas, pedir perdón y continuar con un programa más que señalado, aguantar hasta que pasara (si es que pasa…) el vendaval, o retirar el programa. En el caso de la retirada, el problema sería aún mayor pues no todos los programas son aptos y aguantan un prime time unido a un late nigth de sábado. En otras palabras, ¿qué tipo de programa sería bueno para cubrir casi 5 horas de programación en prime time? La respuesta es complicada. Por el momento todos callan.

Quizá Telecinco debería fijarse en el nuevo modelo de Antena 3 en el que se han suprimido programas como “DEC” o “El Diario de…”, quizás debería haberse detenido más en el estudio de Kantar Media de Julio de 2011, en el que se decía que casi medio millón de personas no veía nunca Telecinco. Quizás deberían preguntarse si su programación se está volviendo monotemática. Mientras tanto, procuran que sus programas en estas últimas semanas sea más suave de lo normal (por ejemplo “Sálvame”).

En el programa del sábado 26 de noviembre, La Noria volvió a incluir cortes publicitarios de entre tres y cinco minutos de duración con anuncios gratuitos o a bajo coste. Una propuesta lanzada por Telecinco a los anunciantes que les permitía aparecer en prime time prácticamente de forma gratuita. Entre esas marcas, pudimos ver a una de las últimas en retirarse: Vitaldent. En total se contabilizaron hasta doce marcas en seis cortes publicitarios de pequeña duración.

Finalmente, el miércoles 30 de noviembre se produjo una gala de Mediaset con anunciantes donde Paolo Vasile enunció palabras de disculpa admitiendo que “nos equivocamos muchísimo, es muy doloroso y humillante”. Por su parte, Tringali (Consejero Delegado de Publiespaña) afirmó que “Aunque la audiencia nos interesa, vuestro apoyo nos interesa mucho más”, refiriéndose a los anunciantes como motor de la televisión.

¿Estamos ante un cambio en la comunicación social? Está claro que las formas han cambiado, ahora disponemos de medios y formas para iniciar campañas de prestigio (o desprestigio) hacia cualquier cosa. Bienvenidos a la comunicación horizontal. ¿Los anunciantes tienen derecho a decidir cuál es el contenido de los programas en los que se publicitan? ¿Es ético pagar a un delincuente por puro espectáculo? ¿Es realmente capaz el consumidor de acabar con un programa televisivo? Aparece un a nueva forma de cambiar la parrilla televisiva amenazando con boicotear a las marcas que apoyan los programas que la auduencia no quiere ver.

#otratelevisionesposible

Vídeo de Pablo Herreros

VER: Vídeo de Jordi dando explicación a las críticas sobre el programa.

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