jueves, 19 de enero de 2012

LAS REDES SOCIALES NOS UNEN Y NOS AÍSLAN: DEL CAFÉ AL CIBERCAFÉ (G1)

María Crespo y Sara Gutiérrez

Las redes sociales nacieron con la premisa de mejorar las relaciones sociales entre personas. En un comienzo, se usaban por una necesidad de pertenencia al grupo, pero poco a poco este uso se ha ido normalizando hasta convertirse actualmente en una forma de comunicación más.

Preguntémonos lo siguiente: ¿Estaremos abusando de esta herramienta de comunicación?, ¿estamos realizando un uso correcto de estas redes sociales?, ¿socializan o aíslan?

Según el Observatorio de Redes Sociales, estudio realizado desde 2008 hasta 2011 llevado a cabo por “The Coctails Analysis” sobre el consumo de redes sociales on-line en España, el 63% de los individuos emplea las redes sociales para comunicarse y relacionarse con sus amigos. Situándose a la cabeza encontramos a Facebook con un 78% de usuarios, seguida de Tuenti y Twitter.

Indudable es, que las redes sociales on-line son un modo de socialización, evidenciado queda que funcionan de la misma manera que las redes sociales reales, u off-line, (ver capítulos 90 y 93 de Redes para la ciencia) pero si bien es cierto que se han desvirtuado conceptos como el de “amigo”, quedando obsoleta la noción de amistad que versa en la primera acepción en la RAE “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.” Digamos que nada tiene que ver con el término que manejamos a nivel de redes sociales on-line.

Tal y como afirma Robin Dunbar en su libro “How many friends does a person need?” nuestros grupos sociales incluyen a 150 personas, entre allegados, amigos y parientes, este número varía ligeramente dependiendo del individuo, esta cifra poco tiene que ver con los “amigos” en Facebook, por ejemplo, en la cual podemos llegar a tener cientos, incluso miles de lo que llamamos amigos.

Cita Raquel Andrés Durà en su obra “Los ángeles no tienen Facebook” “-Las redes sociales han roto la esfera privada, la intimidad. Los jóvenes y los no tan jóvenes sienten la necesidad de describirse a sí mismos, de explicar todos sus defectos y todas sus virtudes, sus gustos, sus disgustos, sus experiencias y sus inexperiencias. Se ha creado una nueva cultura de la exaltación del “yo”.-“

Todo ello nos demuestra cómo las relaciones sociales acaban siendo falseadas y viciadas caminando hacia una impersonalización de la comunicación, por la cual todo adquiere un matiz público, la esfera privada se airea indiscriminadamente, digamos que “ojos que no ven…tuenti, twitter o facebook que lo cuenta”.

Los usuarios de este tipo de redes actúan motivados por la mera necesidad de exhibirse ante de los demás, no estamos ante una necesidad real como pueden serlo las relaciones sociales cuerpo a cuerpo. Las redes sociales on-line cultivan nuestro egocentrismo. Un dato curioso es que el 16% de los usuarios las utilizan por moda y el 6% confiesan estar enganchados a ellas.

Se sustituye el café por el cibercafé, quedar con un amigo para charlar, queda relegado a encontrarse esporádicamente en un chat. Olvidamos que a nuestro lado tenemos a personas reales que podemos tocar y sentir, ¿estaremos dando más importancia a las relaciones de tipo virtual?

SOBRE EL ASESINATO DE MÚSICOS O MUERTE CÓMPLICE. EL CASO DE EMY WINEHOUSE (G3)

Laura Sánchez y Alfonso Fernández

Hace unos meses murió por sobredosis la cantante inglesa Amy Winehouse, la que cantaba que no quería ir a la rehabilitación. Pues hoy se hace patente que sí le hacia falta, y aunque lamento mucho cualquier tipo de muerte, tengo que reconocer que esto se veía venir desde hace tiempo. Y si me paro a pensar, dudo sobre quién es el culpable de este trágico suceso. En un principio todos diríamos que la culpa es de ella por sus excesos con drogas y mezclarse con según qué personas que vivían más en el mundo del estupefaciente que en el mundo real. Pero también tendríamos que atribuirle parte de la responsabilidad de la desgracia a la industria discográfica que se preocupa de ganar dinero sin importarle lo más mínimo lo que hagan sus músicos, ni hacer nada por ellos.

En este aspecto podríamos decir que los cantantes contemporáneos son meros productos, iguales que un coche, una televisión o unas zapatillas de deporte. Las compañías discográficas exprimen a los músicos para sacarles la máxima rentabilidad en el mínimo tiempo posible. Porque, ¿quién sabe cuando dejará de estar de moda Amy W. o cualquier otro?

Amy W. era alcohólica y consumía heroína, ¿y eso le importaba a la discográfica Universal? No, y la razón es que ésto lo único que hacía era aumentar su “valor signo”, el motor del desarrollo del consumo. Manipulada, la cantante de soul seguía dando conciertos en un estado lamentable, y esto reflejado en los medios, provocaba un aumento del “valor signo - Amy Winehouse”. En esta sociedad que admira a los músicos adictos, la situación que protagonizaba la cantante significaba millones de dólares en beneficio para la compañía discográfica americana Universal Music Group.

Obviando que la cantante no era precisamente una monjita de clausura, la industria discográfica se queja de que la piratería mata a la música, pero la verdad es que son ellos los que la “matan”.

Porque, ¿y si mueren? Pues mejor aún, el cantante pasa a ser un mito y su valor signo será de nuevo revalorizado y tendrán un motivo por el que sacar recopilatorios y canciones inéditas, vídeos y todo lo que los creativos de la empresa puedan inventar en cuestión de días. Y todo por el dinero, dinero que podría haber costeado una rehabilitación para desenganchar a Amy La cantante falleció el 23 de Julio de este año, y el pasado 5 de Diciembre ya estaba a la venta su disco póstumo Lioness: Hidden Treasures.

¿Somos nosotros, como consumidores, cómplices de esta falta de humanidad por parte de las discográficas?

miércoles, 11 de enero de 2012

TUNING: ¿ESTILO DE VIDA O SOLO UNA MODA? (G3)

Virginia Álvarez y Sara Zabalo

En la actualidad el fenómeno tuning está creciendo y diversificando su mercado entre los jóvenes de 18 a 35 años. Se pretende conseguir un vehículo original, apartándose de su apariencia de serie y orientándolo al gusto propio como forma de diferenciarse de los demás. Tal es este afán de diferenciarse que muchos de los jóvenes de hoy en día, viven “por y para su coche”.


Los orígenes concretos del tuning no están claros, su procedencia más antigua se sitúa en la “Kustom Culture”, una tendencia que surgió tras el fin de la II Guerra Mundial en Estados Unidos. Los jóvenes norteamericanos habían adquirido en la guerra conocimientos de mecánica. Además, el crecimiento de la industria automovilística en Detroit y las nuevas inquietudes de la juventud provocaron que nacieran los “hot rods”, jóvenes con una subcultura y señas de identidad propias que se extienden a la ropa, el lenguaje o la música. Entre ellas, la que sobresale es la personalización de sus automóviles para conseguir modelos más rápidos y ligeros, como forma de identidad e autoexpresión. Todo bajo el lema “hágalo usted mismo” es decir de manera artesanal y por un bajo coste. Actualmente se denomina con el término “hot rod” a modelos clásicos americanos de los años 20, 30 y 40, en los que se han realizado modificaciones respecto a su aspecto original.

Según avanzan las décadas, el concepto de “hot rod” evoluciona y la Kustom Culture deriva en líneas y ramificaciones diferentes, que en muchas ocasiones pierden su carácter trasgresor e inconformista original. Actualmente hasta las marcas de coches más prestigiosas, como Ferrari, Porsche…emplean esta práctica.

En comparación con otros países, la llegada del tuning a España es muy reciente. Se data a finales de los años 90 y su evolución fue una moda que a día de hoy se sigue practicando.



Aparecen diferentes perfiles de consumidores de tuning. El primer grupo que diferenciamos sería el de hombres a partir de 40 años. Son consumidores que se comprar un automóvil y le van introduciendo leves modificaciones, pero sin transformar radicalmente el diseño original del vehículo. Suelen ser modificaciones de alerones, llantas o tapizados. Es gente que disfruta conduciendo a diario. Su perfil es de personas con alto poder adquisitivo, ejecutivos, con modelos como Audi o BMW. Toman el tuning como hobby.

Distinguimos también los jóvenes de 20 a 35 años de clase media. Suelen ser apasionados del tuning, que trabajan y viven con sus padres lo cual les permite gastar todo su sueldo en ello. Viven para su coche, y siempre están pendientes de añadir cualquier novedad que salga. La mayoría son hombres, aunque hay una minoría femenina. Las mujeres jóvenes de este grupo de edad se inclinan más al tema del audio, su preocupación básica es tener un buen equipo de sonido.

Los modelos más tuneados son el 206 y el Volkswagen Golf. Esto es debido a que son dos de los modelos más vendidos entre este grupo de edad, lo cual aumenta su necesidad de distinción respecto al resto.

Después hay un grupo de consumidores que tunea vehículos exclusivamente para exposiciones. Son tunings de exhibición, con preparaciones tan extremas que serían imposibles de llevar a la calle. Este grupo sí tiene un gran poder adquisitivo.

Una de las más importantes exposiciones de tuning es la del SEMA, que se celebra en E.E.U.U. Allí el tuning mueve más de 3000 millones de dólares al año. Hay gente que llega a gastarse más de 100000 dólares en un Hammer y 80000 más en accesorios. En España tenemos varias concentraciones de tuning y las más relevantes son: “Pola de Siero” (Asturias), “Tordesillas” (Valladolid),”Orduña” (Vizcaya) y por último “Montmeló” (Barcelona).

Esta práctica es una manera de sobresalir por encima del resto, y puede entenderse como una forma de romper con la cultura de masas y la globalización que nos impone consumir exactamente lo mismo que la gente que está a nuestro alrededor. Se toma al vehículo como una extensión de la propia personalidad. Se busca la identidad a través de la distinción. Hoy en día hay una gran cantidad de concentraciones de fanáticos, prensa especializada, tiendas de accesorios y eventos. Los medios, especialmente la televisión han influido considerablemente en la aceptación del concepto tuning como moda y estilo de vida. El cine motivó a muchas personas con películas tales como:A2Racer, A todo Gas, El último Viaje, Taxi, 60 segundos. También lo podemos ver en los videojuegos de hoy en día como: Need for speed.

Las publicaciones impresas sobre los coches tuning tienen una aceptación y motivación para todos los consumidores de este fenómeno. Hay revistas gratuitas y online, incluso para bajar e imprimir. Entre las revistas de más tirada tenemos: “GTI Mag de España”, “Max Power”(editada en inglés) y “Maxi Tuning”.

Podemos analizar este fenómeno desde el enfoque de los teóricos postmodernos ya que los hábitos de consumo de los amantes del tuning son una forma de autoexpresión, cuyo objetivo no es ganar prestigio sino que el único fin es diferenciarse y autoexpresarse. En la filosofía del tuning entramos en el mundo del simulacro. Prima la diferenciación antes que la utilidad, es decir, lo importante no es que el coche te sirva para desplazarte, sino lo que expresas mediante la estética y las nuevas y “únicas” prestaciones que tiene tu coche, que a su vez son una extensión de ti mismo. El valor de uso del vehículo queda en un segundo plano.

¿Es exagerado el afán de distinción de los afionados al tuning?

¿Es una cultura o una simple moda?

¿Creéis que el tuning hace que disminuya el valor de uso de un coche?

¿Creéis que se acabará imponiendo el tuning como consumo de masas en España

APARENTAR EN TIEMPOS DE CRISIS (G3)

Vanesa Manrique y Raquel Bermejo

No es nuevo para nadie el hecho de que vivimos en una sociedad manipuladora y consumista a la que solo unos pocos tienen pleno acceso.

No todos podemos realizar el mismo tipo de consumo, ya que siempre ha existido la desigualdad en el acceso al consumo, esta desigualdad es estrictamente económica.

Años atrás, actualmente y en el futro seguirá existiendo la desigualdad, esto no tiene pinta de que vaya a cambiar, seguiremos viviendo en una sociedad marcada por las apariencias.

La moda es uno de los sectores más visibles en los que podemos encontrar estas desigualdades de “clases” y en donde nos sometemos a las mayores críticas debido a la apariencia de cada uno. Las prendas y las marcas que utilicemos dirán mucho de nosotros al resto de la sociedad, dejando a mucha parte de ella fuera de ese “consumo ostentoso”.

Sin duda la crisis ha ayudado a que marcas como Versace ponga a disposición de todos los públicos sus diseños. La crisis nos ha afectado a todos y en esta época más que nunca las clases altas buscan aparentar que ellos no sufren los mismos problemas económicos que el resto de la sociedad.

La nueva colección de Versace para H&M se va dirigida a todo tipo de público interesado en adquirir cualquiera prenda de la colección de esta marca de lujo, a un precio más bajo.

La campaña ha sido un éxito, en pocas horas la colección se agoto. ¿Qué es realmente lo que se consumió? ¿Una marca, calidad, moda?



La mayoría de la gente compro por el hecho de llevar algo de esa marca y no por la calidad de las prendas. La colección no destacaba por ser diseños que le pudieran gustar a la mayoría de los consumidores, sino por el valor signo de adquirir prendas de la marca Versace a un precio más asequible de lo normal.

Nosotras nos preguntamos ¿Qué es lo que realmente mueve el consumo? , Ahora con la crisis ¿quién imita a quién?

CONSUMIDOS POR LA RED (G3)

Catalina García y José Blázquez

1. La sociedad de Google

La expansión de Internet y el desarrollo de nuevos soportes tecnológicos han cambiado por completo la concepción del mundo; creando una estructura global de relaciones, una nueva religión “la iglesia de Google” (Nicholas Carr), en donde la ética intelectual de esta tecnología de la información ha sido sustituida por una ética industrial en la cual, la eficiencia y la velocidad son los valores principales.

Internet forma parte de las denominadas tecnologías intelectuales, encargadas de apoyar o ampliar nuestra capacidad mental; son nuestras herramientas más íntimas, las que utilizamos para la autoexpresión, para dar forma a nuestra identidad personal y pública y para cultivar nuestras relaciones con los demás. Por ello es importante que reflexionemos sobre las consecuencias del uso de esta nueva tecnología; irónicamente a pesar de encontrarnos en la “sociedad de la información” nos vemos inmersos en un desconocimiento generalizado, en donde la información es tan amplia y varía tan rápido que no nos da tiempo a asimilarla. Nuestra ignorancia va en aumento, día a día nos hacemos más dependientes de lo que nos dicen los mass media y del uso de la tecnología; nuestras facultades intelectuales se están atrofiando huimos de la reflexión, buscando siempre lo más sencillo.

2. Cambios en las relaciones sociales:

· Deterministas e instrumentales:

Como debate social principal acerca del uso de Internet tiene su origen en los postulados de la corriente de pensamiento determinista y la instrumentalista.

Los instrumentalistas minimizan el poder de la tecnología considerándola una mera herramienta neutral subordinada a los deseos conscientes del usuario.

En el otro lado nos encontramos con los deterministas, es el caso de MCLuhan el cual afirmó: “los seres humanos se están convirtiendo en poco más que órganos sexuales de un mundo mecanizado” (Comprender los medios de comunicación). Esta postura mantiene que el progreso tiene su propia lógica y somos nosotros quienes nos adaptamos a las necesidades de nuestros instrumentos.

Este es un debate sin resolver pero lo que es innegable es la actual dependencia que tenemos con respecto a Internet y todas las nuevas tecnologías que llevan consigo, generando problemas sociales a los cuales se les está dando la espalda.

Una de las consecuencias es la denominada “brecha digital” y actualmente en Europa afecta al 27% de la población, que según el último estudio de Eurostat, no dispone de Internet. Esto supone un aislamiento social de estas personas ya que actualmente todo gira en torno a Internet: compras, reservas, solicitudes, información, ocio , conocimiento, relaciones sociales… Esta brecha se hace mayor por la aparición de nuevos soportes que contribuyen a la formación de una elite tecnológica que parece ser la que esta llevando las riendas de la sociedad.

Pero si analizamos otros efectos sociales de Internet parece que la mejor parte se la llevan los analfabetos tecnológicos, una de las consecuencias más preocupantes se observan en los más jóvenes ya que numerosos sociólogos afirman que Internet contribuye al aislamiento de los más jóvenes, tanto en el entorno familiar como entre los amigos. Además, puede inducir a la aparición de ansiedad, afectar a la autoestima y magnificar algunos miedos de la adolescencia.

· Efectos de Internet: hiperrealismo e individualismo tecnológico

Así mismo el desarrollo de las tecnologías impone el aprendizaje de vivir la vida como espectador más que como protagonista, incluso cuando se realiza un viaje real, el viaje se hace con el objetivo de filmar imágenes que luego puedan ser vistas en casa.

Todo esto conlleva una suplantación de “la vida” una sustitución de la experiencia personal, sensorial e intelectual por la simulación de la imagen y el sonido. Se puede hacer de todo, conocer todo, probarlo todo, aún sin hacer nada ni conocer nada. Tratándose de una vida a distancia.

- Redes sociales:

Han contribuido a un cambio en la concepción de la intimidad, lo que antes guardábamos con recelo ahora se publica a los cuatro vientos, mostrando a través de estos soportes el cómo nos gustaría ser, entrando de nuevo en una falsa realidad, formada por falsas relaciones de amistad en donde la apariencia y la premeditación, provocan mayor grado de desapego hacia al individuo, mayor histrionismo(exageración de los sentimientos), y un carácter más autista al carecer de un diálogo emocional inmediato que conlleva el cara a cara.

Podemos tirarnos horas en nuestros ratos de ocio charlando con nuestros amigos virtuales o en redes sociales, pendientes de las ultimas actualizaciones tecnológicas, de las fotos que sube tu vecina, intentando estar siempre “conectados” . Formando parte de las “mercancías” que circulan por la red atendiendo a intereses individualistas, dejando de lado las verdaderas relaciones personales, aquellas que se dan en la calle, que surgen de una interacción natural con el medio.


3. Cambios en los hábitos de consumo:

Cambios en los hábitos de consumo de información

Hoy en día nuestro consumo de información ha cambiado mucho respecto a lo que era antes de Internet. Hemos pasado de tener nuestros periódico de papel y mancharnos de tinta los dedos, escuchar la radio o ver la televisión, a leer ediciones digitales, seleccionando la información que deseamos en el momento que queremos. Esto ha provocado que pasemos de un tiempo de “sequia informativa” a una época de sobreinformación

La expansión de Internet y de sus plataformas de acceso crece a pasos agigantados. Hoy en día es raro quien no tiene acceso a Internet y cada vez es mayor la posibilidad de acceder en cualquier momento y lugar, estamos conectados las 24 horas del día.

Este hecho da lugar a que cualquiera seleccione y acceda a la información de todas partes del mundo, en cualquier momento, desde cualquier lugar e incorporando los filtros que este considere. Y lo que es más importante, el usuario se ha vuelto participe en la generación de la información. Internet da la libertad de que, gran parte de nosotros, podamos ser informadores. Esto, como hemos dicho antes, amplia las fuentes de información y hace que no estemos limitados a unas fuentes concretas, preestablecidas y con filtros ajenos. Además podemos compartir la información que es de nuestro agrado y opinar y criticar sobre toda aquella que difiere de nuestras ideas.

El consumidor de información ha dejado de ser pasivo y ha entrado a formar parte del mapa de distribución de contenidos. Por tanto, su papel no es reactivo, sino proactivo pasando a participar en el proceso de distribución de información.

Problemas de la sociedad de la información

Aunque estamos en lo que se denomina como sociedad de la información, sin duda, tanta información disponible nos hace estar saturados y finalmente estar realmente desinformados.

Hoy en día, todo aquel que dispone de la mínima tecnología, puede publicar información y hacerla llegar a todos los rincones del planeta desde el sofá de su casa. Se trata de información sin contrastar, pudiendo ser falsa o verdadera, cabe preguntarse hasta que punto debe existir una información al alcance de todos que, sin serlo, puede tomarse como verdad. Se podría decir que la veracidad de la información siempre ha dependido, primero, de quién la crea, y segundo de quién la difunde; por lo tanto quizá Internet esté siendo un difusor pasivo de información en el que el único responsable de su veracidad es su productor.

Otro aspecto importante que surge de la disposición constante de información puede ser las consecuencias que está teniendo sobre la memoria de los individuos. El disponer de toda la información necesaria a un solo click, en cualquier momento y desde cualquier lugar nos hace dejar de retener información en nuestro propio cerebro. Abandonar este valioso don de la naturaleza, como es la acumulación masiva de información en nuestra cabeza, está provocando que poco a poco seamos incapaces de retener la más mínima información, nuestra memoria a largo plazo cada día está más dañada y enfermedades como el alzhéimer nos están acechando.

Internet nos hace conocer muchísimas más cosas que nunca llegaríamos a ver sin la red. Esta limitación nos hacia centrarnos en una o dos cosas a las que prestábamos toda nuestra atención y con la que trabajábamos en su aprendizaje y su desarrollo. Internet nos ha puesto sobre la mesa una variedad infinita de propuestas. Esta gran variedad nos hacen interesarnos por muchas, pero que a su vez no nos centremos en ninguna. Se anula nuestro aprendizaje en profundidad y nuestra capacidad creativa.

· Preguntas:

¿Crees que existe una “brecha digital”? ¿Crees que esta va a desaparecer?

¿Internet es un medio de información o de desinformación? ¿Por qué?

¿Crees que debería de existir mayor control sobre los contenidos de internet?

¿Internet nos atonta o nos hace mas listos?

¿Crees que la variedad de opciones nos hace perder el interés por alguna en concreto?

¿Estamos conectados o colgados de internet?

¿Consideras que internet debilita las relaciones interpersonales? ¿Perderemos la capacidad de relacionarnos cara a cara?

¿Somos menos dueños de nuestra intimidad?

¿Regalar nuestros datos e intimidades nos abrirá nuevas puertas o nos convertirá en esclavos?


Refuerzo audiovisual de la reflexión:

- Capítulo de los Simpson

- Capítulo de Futurama


NAVIDAD: ¿CRISIS O CONSUMO? (G2)

Paula Estecha y Cristina Ortega

Como cada año volvemos a encontrarnos con uno de los anuncios más esperados, que inicia el periodo navideño y que da el pistoletazo de salida a las compras masivas en esta época.

A tan solo unos pocos días de que empiecen las esperadas fiestas navideñas, los comercios empiezan a vestirse de luces y adornos para animar al consumidor a comprar regalos y alimentos en grandes cantidades para pasar estas fiestas.

Pero este año será algo diferente a otros, por el estado de la economía en nuestro país. El estudio Deloitte de consumo navideño en el que se analizan las tendencias de los españoles, afirma que los consumidores afrontan este periodo con cautela, se gastará unos 500 euros por familia y los principales recortes se harán en ocio y restauración.

El consumidor abandona la compra por impulso debido a la situación económica actual y se centra más en las compras útiles (casi un 75% de la población optará por esta opción, incrementándose un 15% con respecto al año pasado). Además se reducirá en casi un 50% las compras compulsivas a las que se está habituado en estas fechas.

En cuanto a la alimentación se gastará más en marcas blancas.

Por el otro lado, los comerciantes están potenciando una nueva tendencia de venta a través de Internet para esta época. El 70% de los internautas buscan los regalos de navidad a través de la red para conseguir ofertas y buenos descuentos, ahorrando en tiempo y dinero, otra ventaja de este sería que se puede conocer la opinión de otros consumidores respecto a los productos deseados.

Como podemos ver en el consumo navideño la alimentación pasa de ser un mero satisfactor a un consumo ostentoso en el que no importa tanto el presupuesto del que se dispone como el hecho de aparentar, gastando una considerable suma de dinero en productos típicos consumidos en estas fechas.

Nos encontraríamos en una economía de derroche basada en un gasto improductivo donde la acumulación y el ahorro solo son concebidos para el gasto mayor posterior tal como apunta Bataille. A pesar de las medias antes citadas como la compra on-line y los regalos útiles las familias siguen desembolsando sumas importantes de dinero.

Frente a la situación económica actual en la que la mayoría de la población tiene problemas económicos, las familias realizan un gran gasto en estas fiestas tanto en comida como en regalos (aprovechando las pagas extras), aunque quizás no se lo puedan permitir, donde la sociedad presiona e incita al consumo masivo ya que “es lo que hace todo el mundo”, sin importarles las consecuencias de este gasto improductivo, que se verá reflejado en la denominada cuesta de Enero.

Ante esta situación que se valora más: ¿la crisis o el consumo navideño?

EL TIEMPO COMO HERRAMIENTA DEL CAPITALISMO (G2)

Patricia Andrés y Jeniffer Barragán

La sociedad se ha adaptado al capitalismo de una manera paulatina y casi natural. Partiendo de un análisis marxista podemos decir que el capitalismo trae consigo un concepto poco favorecedor que es el de la lucha de clases, distinguiendo por un lado los oprimidos y por el otro los opresores. No podemos olvidar que estamos hablando de una sociedad compuesta por individuos racionales.

Llegados a este punto, nos preguntamos cómo el tiempo ha afectado a todo esto.

En primer lugar, concebimos el tiempo como una herramienta al servicio del capitalismo porque los clientes necesitan tiempo para poder consumir. Pero también, el tiempo es dinero, es decir, mientras más se trabaje más se produce, y más dinero ganan las empresas. Como consecuencia de todo esto, las personas se sienten frustradas por la insatisfacción de no poder llegar al objetivo que se les pide, es debido a que se les exige una continua actividad a nivel laboral y de consumo, sin llegar a la meta deseada.

No siempre las personas han vivido con un nivel tan acelerado, se están dando casos en que para los individuos ya no son tan importantes las relaciones con los demás por el simple hecho de ser personas, como la aceptación del individuo por las personas que tiene a su alrededor a través del consumo (ropa, redes sociales, etc). Y respecto al propio consumo, cada vez los materiales usados para la elaboración de los productos se desgastan con suma rapidez, o simplemente desde que se realizan muchos de ellos ya tienen fecha de caducidad, es decir, aceptamos tanto la realización como la adquisición de productos que tienen un periodo de vida corta, una vez que se ponen en uso. Esto exige la continua demanda por parte de la sociedad, así como la continua oferta (respuesta).





Pero concretemos un poco más en el tiempo. El tiempo tiene un significado diferente para cada cultura, pero cuando hablamos de tiempo en el sentido económico que nos ocupa, nos viene a la cabeza el dicho popular “el tiempo es oro”. El individuo vive en una sociedad aprisionado por las cuerdas del tiempo, vive en tensión porque a medida que evoluciona la competencia es más dura y más activa, lo que implica que todo parece ir o va más deprisa. Esto es en gran medida por la presión de las empresas a sus trabajadores, así como la propia presión social, lo que nos lleva de nuevo al concepto de desigualdad, de personas dominadas y dominantes.

Podemos comprobar cómo todas estas ideas se interrelacionan entre sí para dar lugar a una cultura mundial materialista, a una globalización donde las personas parecen ser clones que viven para trabajar, esclavos del tiempo y de la empresa en la que trabajan. No es de extrañar que las personas algún día lleguen a un límite y ya no puedan seguir acelerando su ritmo de vida, entonces habrá otra dura crisis capitalista que nos afectará a todos, o al menos que supondrá un cambio en la estructura.

Concluimos que el tiempo es una medida artificial, no solo es beneficioso para producir más dinero, sino que los individuos necesitan de él para alcanzar el estado de bienestar necesario para sus vidas. Las consecuencias de vivir a contrarreloj son múltiples: desestructuración de la vida en grupo, problemas de salud psicológicos y físicos, insatisfacción con uno mismo, estrés, etc.


¿Ha llegado la hora de concienciarnos de que el tiempo ha de se ser el camino para alcanzar unos objetivos o vamos a seguir siendo esclavos del mismo?

LA IGNORANCIA FOMENTA EL CONSUMO IRRACIONAL Y EXCESIVO (G2)

Cristina de Paz y Mario de la Peña

El consumo está claramente vinculado con la creación de las identidades personales y con la realidad social de los individuos. Los productos, los anuncios y las marcas ayudan a construir la personalidad y a dotar al individuo de un determinado sentido de sí mismo, sobre todo en los segmentos más inmaduros y acríticos de la población.

Bourdieu nos expone que para clasificar a las personas y su consumo no solo hay que fijarse en el capital monetario sino en otros aspectos que pueden ser igual o más importantes como el cultural.

Hemos elegido a este autor porque creemos que en la actualidad todo gira en torno a los valores cuantificables monetariamente dejando de lado lo realmente importante y fundamental como por ejemplo la educación. La educación para saber qué consumimos, cómo y cuándo.

Con una correcta educación podremos conseguir ese capital y lo más importante, disfrutar de ese capital. En relación al consumo, el sujeto tiene que educarse por medio de la enseñanza y el aprendizaje para adquirir competencias que le permitan usar y construir experiencias axiológicas del acto de consumo.

La perspectiva educativa no puede olvidar que en el momento actual, el consumo no se reduce sin más a la adquisición de productos o signos superficiales, sino que ha de entenderse más bien como un proceso sistemático de personalización.

¿Si los educados y no educados tienen el mismo poder adquisitivo en que se diferencian los consumos?

Quienes han recibido una educación de calidad estarán en menor medida a merced de la publicidad y de la imagen de marca.

Todos hemos visto en numerosas ocasiones a personas con productos elitistas únicamente por lo que los demás piensen y sin saber apreciarlos.

¿Quién no ha visto a gente en discotecas pidiendo Möet Chandon simplemente para enseñar a los demás las conocidas letras de esta "prestigiosa marca"? En este caso en concreto, una persona con un alto nivel cultural, es decir, educado y con conocimientos para diferenciar un champagne de otro, se decantaría por cualquier otro champagne infinitamente mejor y con un precio más bajo, sin sentir la necesidad de esa ostentación ante los demás.

Sólo gracias a la educación puede el ser humano ser libre y responsable como consumidor, ya que la presión de la publicidad, los grupos de referencia y los medios de comunicación no le van a afectar en su toma de decisiones porque conocerá cada una de las cosas que vaya a consumir.

La educación para el consumo se logra, ante todo, con el ejemplo, con la vivencia directa en un ambiente de moderación y responsabilidad respecto a los bienes y servicios consumidos.

Los padres son los primeros modelos a imitar, los que determinan en mayor medida un futuro consumo responsable o irresponsable.

Un ejemplo que sucede en el momento actual es que prácticamente todas las firmas de ropa de lujo han desarrollado líneas de negocio específicamente dirigidas a los niños. Estos conocen y valoran los anagramas de estas marcas, desde edades tempranas, y los padres están dispuestos, en muchos casos, a adquirir estos productos. ¿Esto es una forma de educación?

¿Se tiene el precio en cuenta para consumir marcas? Se dan créditos bancarios con los que puedes adquirir lo que quieras hipotecando tu vida con tal de tener el coche más lujoso y las vacaciones más ostentosas, ¿Valoras ese viaje para ver el MachuPicchu o sólo quieres la foto para que quede constancia de que estuviste ahí?

La educación para el consumo, pues, debe incluir una importante carga informativa, necesaria para tomar decisiones con conocimiento de causa, que vamos a adquirir a través de una educación previa que nos hará disfrutar de esos bienes consumidos de la mejor manera.¿El consumo ostentoso se da en las clases altas como siempre se ha pensado o en las medias?.Que influye mas en el consumo ¿una correcta y minuciosa educación o las posibilidades monetarias de cada uno?.¿Las clases menos pudientes son las mas ostentosas para demostrar aquello que no tienen?.¿Quien debe encargarse de la educación ante el consumo?.