jueves, 19 de enero de 2012

SOBRE EL ASESINATO DE MÚSICOS O MUERTE CÓMPLICE. EL CASO DE EMY WINEHOUSE (G3)

Laura Sánchez y Alfonso Fernández

Hace unos meses murió por sobredosis la cantante inglesa Amy Winehouse, la que cantaba que no quería ir a la rehabilitación. Pues hoy se hace patente que sí le hacia falta, y aunque lamento mucho cualquier tipo de muerte, tengo que reconocer que esto se veía venir desde hace tiempo. Y si me paro a pensar, dudo sobre quién es el culpable de este trágico suceso. En un principio todos diríamos que la culpa es de ella por sus excesos con drogas y mezclarse con según qué personas que vivían más en el mundo del estupefaciente que en el mundo real. Pero también tendríamos que atribuirle parte de la responsabilidad de la desgracia a la industria discográfica que se preocupa de ganar dinero sin importarle lo más mínimo lo que hagan sus músicos, ni hacer nada por ellos.

En este aspecto podríamos decir que los cantantes contemporáneos son meros productos, iguales que un coche, una televisión o unas zapatillas de deporte. Las compañías discográficas exprimen a los músicos para sacarles la máxima rentabilidad en el mínimo tiempo posible. Porque, ¿quién sabe cuando dejará de estar de moda Amy W. o cualquier otro?

Amy W. era alcohólica y consumía heroína, ¿y eso le importaba a la discográfica Universal? No, y la razón es que ésto lo único que hacía era aumentar su “valor signo”, el motor del desarrollo del consumo. Manipulada, la cantante de soul seguía dando conciertos en un estado lamentable, y esto reflejado en los medios, provocaba un aumento del “valor signo - Amy Winehouse”. En esta sociedad que admira a los músicos adictos, la situación que protagonizaba la cantante significaba millones de dólares en beneficio para la compañía discográfica americana Universal Music Group.

Obviando que la cantante no era precisamente una monjita de clausura, la industria discográfica se queja de que la piratería mata a la música, pero la verdad es que son ellos los que la “matan”.

Porque, ¿y si mueren? Pues mejor aún, el cantante pasa a ser un mito y su valor signo será de nuevo revalorizado y tendrán un motivo por el que sacar recopilatorios y canciones inéditas, vídeos y todo lo que los creativos de la empresa puedan inventar en cuestión de días. Y todo por el dinero, dinero que podría haber costeado una rehabilitación para desenganchar a Amy La cantante falleció el 23 de Julio de este año, y el pasado 5 de Diciembre ya estaba a la venta su disco póstumo Lioness: Hidden Treasures.

¿Somos nosotros, como consumidores, cómplices de esta falta de humanidad por parte de las discográficas?

3 comentarios:

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  2. Me ha gustado bastante el enfoque que le habéis dado a la entrada, aunque pienso que deberíais haberos quedado con el ejemplo de Amy Winehouse, aunque quizás sea el más reciente.

    Son muchos los músicos que a lo largo de la historia no han estado valorados por quienes eran ellos realmente, sino por la cantidad de dinero que producción ya fuera con su música o con sus escándalos.

    La verdad es que no sólo en la música sucede eso de que ganas más dinero muerto que vivo... también pasa en la pintura, en el cine y otro tipo de artes.

    Vivimos inmersos desde hace tiempo en una sociedad donde el valor signo prevalece por encima de cualquier otro valor, y donde lo real cada vez está más difuso entre lo irreal.

    Respecto a la pregunta que lanzáis al final de la entrada, no creo que sea la falta de humanidad de las discográficas la que conlleve este tipo de situaciones, sino la deshumanización de la sociedad en general... no sólo nos da igual de que manera viva un músico, si tiene problemas de salud o no, sino que nos pasa lo mismo con los niños que trabajan en las fábricas de nike, los vietnamitas que cosen nuestros polos de Fred Perry, y un larguísimo etcétera.

    La cosa es tener y consumir, pero no objetos con una utilidad concreta, sino signos que representen algo para los demás... la voluntad de aparentar invade nuestra sociedad.

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    1. En principio decirte, que podríamos haber incluido muchos otros nombres conocidos, pero por poner un ejemplo mas reciente para todos. Es cierto que la sociedad en general está también deshumanizada, al fin y al cabo somos los que le damos el poder a las discográficas a través de nuestro consumo.Pero nosotros como consumidores no tenemos acceso directo a los artistas. ¿de qué manera podemos influir en sus actos? por eso decimos que las discográficas deberían "cuidarles" un poco mas, si una artista es buena, la gente consumirá sus discos y con eso vale, no es necesario crear un míto con problemas de alcohol o drogas.
      obviamente esto es algo que se puede extrapolar a muchos otros ámbitos como bien has dicho.
      Al fin y al cabo, los que ganan dinero son las discográficas..son las que deberían cuidar a los que les generan los beneficios.

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