miércoles, 11 de enero de 2012

UN BOB ESPONJA POR NAVIDAD (G1)

Nahia García y Mercedes Marcos

Aprovechando el paso de la Navidad, donde se ve un aumento del consumo y publicidad dirigida al público infantil, y la buena acogida que ha tenido entre este público la esponja más famosa del mundo, vamos a hablar del consumo de este personaje. ¿Cuántos niños habrán escrito a los Reyes Magos pidiéndoles un muñequito de Bob o alguno de sus juegos de mesa? ¡Incluso le pueden haber pedido al rey Baltasar un teléfono móvil!:

“LG Cookie Stile T310 edición Bob Esponja” dirigido a los más jóvenes (creado de tal forma que sea de fácil manejo hasta para un niño de 8 años)


Y es que Bob Esponja tiene una audiencia estimada de setenta millones de espectadores en todo el mundo, a lo que hay que sumar su presencia en las redes sociales o en la vida cotidiana de los más pequeños. Así, poco a poco, la esponja animada es uno de los personajes que más productos de consumo ha generado en los últimos años entre juguetes, material escolar, aparatos tecnológicos como móviles o videojuegos, galletas, y una eterna lista de productos que pueden ser inservibles o no, según como lo miréis. Sin duda alguna, Bob Esponja es un gran negocio.


Asimismo, podemos decir que la esponja de mar está incidiendo en el aprendizaje de las nuevas generaciones. De esta forma, Bob Esponja se va convirtiendo en un logotipo y en una marca que se va consumiendo masivamente ¿Será por ese motivo por el que la “intro” de la famosa serie recuerda misteriosamente un jingle publicitario? Parece ser que el mercado de bienes y los medios de comunicación han considerado al público infantil como un nuevo target de consumidores.

A parte de esto, no hay que olvidar los mensajes que con dicha serie se transmiten, entre los que podemos destacar el desprecio por la música clásica[1] y la cultura en general, la motivación hacia el consumo de comida rápida[2], escenas inapropiadas[3] o un valor educativo nulo[4], entre otros de igual índole. Asimismo, hay que destacar que, recientemente, un estudio publicado en la revista estadounidense Pediatrics afirmó que la visualización de esta serie de dibujos en niños de 4 años de edad causa déficit de atención.

Todos estos factores condicionan a una infancia más manipulable dirigida hacia el consumismo. Curiosa, y tenebrosa, estrategia de marketing…

Por último, queremos reflejar que, a través de este tipo de series, las nuevas tecnologías, la publicidad masiva o el ámbito social, se influye en al ambiente y la educación del niño, y como consecuencia en su comportamiento y su personalidad. Es decir, se produce un post-consumo o consecuencias del consumo.

En conclusión, esos niños se están convirtiendo en las futuras “masas”, que persiguen de forma obsesiva a los personajes de sus series favoritas como Bob Esponja o al Justin Bieber de turno.

Orange te trae en exclusiva al personaje más salado de Nickelodeon: Bob Esponja, para que viva contigo a través del nuevo LG Cookie Style T310 Edición Bob Esponja, un terminal que lo tiene todo (cámara, mp3, bluetooth); disfrutarás llevando contigo el mundo de Bob y sus amigos.


[1] Uno de los personajes de la serie, Calamardo, toca el clarinete. Lo hace tan mal que los demás se ríen de él, lo que supone una falta de respeto que quizá provoque su desmotivación.

[2] El “Crustáceo crujiente” es un establecimiento de comida rápida que se parece al Burguer King hasta en sus decorados. La adicción que crea la hamburguesa estrella de este establecimiento animado es tan grande que los personajes de la serie, especialmente Patricio, llegan a consumirla aunque no tengan dinero.

[3] En algunos capítulos se pueden observar escenas violentas, groseras, de mal gusto e infantiles (para un personaje que representa a un adulto joven). Asimismo, a veces se puede observar una degradación de los propios personajes.

[4] El hilo de cada capítulo es sumamente sencillo y carente de más humor que el que proporciona el desprecio continuo de unos personajes hacia otros y las puntuales escenas groseras y de mal gusto, generalmente.



1 comentario:

  1. ¿Y todo esto no os parece genial? Al fin y al cabo nos hace el trabajo más fácil. Dentro de unos años tendremos un ejercito global de mocosos peleándose por comprar todo tipo de productos, casi como ahora, solo que es mucho más sencillo si son todos iguales. Además cuando sean mayores igual podemos relacionar la imagen de un coche con una esponja amarilla y petar las ventas!!! No se de qué os quejáis... (si no es por lo del déficit de atención)

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