miércoles, 11 de enero de 2012

EL TIEMPO COMO HERRAMIENTA DEL CAPITALISMO (G2)

Patricia Andrés y Jeniffer Barragán

La sociedad se ha adaptado al capitalismo de una manera paulatina y casi natural. Partiendo de un análisis marxista podemos decir que el capitalismo trae consigo un concepto poco favorecedor que es el de la lucha de clases, distinguiendo por un lado los oprimidos y por el otro los opresores. No podemos olvidar que estamos hablando de una sociedad compuesta por individuos racionales.

Llegados a este punto, nos preguntamos cómo el tiempo ha afectado a todo esto.

En primer lugar, concebimos el tiempo como una herramienta al servicio del capitalismo porque los clientes necesitan tiempo para poder consumir. Pero también, el tiempo es dinero, es decir, mientras más se trabaje más se produce, y más dinero ganan las empresas. Como consecuencia de todo esto, las personas se sienten frustradas por la insatisfacción de no poder llegar al objetivo que se les pide, es debido a que se les exige una continua actividad a nivel laboral y de consumo, sin llegar a la meta deseada.

No siempre las personas han vivido con un nivel tan acelerado, se están dando casos en que para los individuos ya no son tan importantes las relaciones con los demás por el simple hecho de ser personas, como la aceptación del individuo por las personas que tiene a su alrededor a través del consumo (ropa, redes sociales, etc). Y respecto al propio consumo, cada vez los materiales usados para la elaboración de los productos se desgastan con suma rapidez, o simplemente desde que se realizan muchos de ellos ya tienen fecha de caducidad, es decir, aceptamos tanto la realización como la adquisición de productos que tienen un periodo de vida corta, una vez que se ponen en uso. Esto exige la continua demanda por parte de la sociedad, así como la continua oferta (respuesta).





Pero concretemos un poco más en el tiempo. El tiempo tiene un significado diferente para cada cultura, pero cuando hablamos de tiempo en el sentido económico que nos ocupa, nos viene a la cabeza el dicho popular “el tiempo es oro”. El individuo vive en una sociedad aprisionado por las cuerdas del tiempo, vive en tensión porque a medida que evoluciona la competencia es más dura y más activa, lo que implica que todo parece ir o va más deprisa. Esto es en gran medida por la presión de las empresas a sus trabajadores, así como la propia presión social, lo que nos lleva de nuevo al concepto de desigualdad, de personas dominadas y dominantes.

Podemos comprobar cómo todas estas ideas se interrelacionan entre sí para dar lugar a una cultura mundial materialista, a una globalización donde las personas parecen ser clones que viven para trabajar, esclavos del tiempo y de la empresa en la que trabajan. No es de extrañar que las personas algún día lleguen a un límite y ya no puedan seguir acelerando su ritmo de vida, entonces habrá otra dura crisis capitalista que nos afectará a todos, o al menos que supondrá un cambio en la estructura.

Concluimos que el tiempo es una medida artificial, no solo es beneficioso para producir más dinero, sino que los individuos necesitan de él para alcanzar el estado de bienestar necesario para sus vidas. Las consecuencias de vivir a contrarreloj son múltiples: desestructuración de la vida en grupo, problemas de salud psicológicos y físicos, insatisfacción con uno mismo, estrés, etc.


¿Ha llegado la hora de concienciarnos de que el tiempo ha de se ser el camino para alcanzar unos objetivos o vamos a seguir siendo esclavos del mismo?

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