viernes, 11 de noviembre de 2011

LOS PRIMEROS EN TENER LO ÚLTIMO (G1)

Hanna Abigail González y Tania Ortún

Fueron los primeros en comprar una televisión de plasma también se compraron antes que nadie un móvil 3G, un DVD grabador, un navegador GPS o un iPhone. Estos compradores que quieren tenerlo todo los primeros son conocidos como earlyadopter.

El dinero no les importa, sólo quieren ser los primeros en tener estas nuevas tecnologías a pesar de las consecuencias negativas que ello conlleva. Son más caras y puede presentar problemas.

El perfil de este consumidor es un hombre entre 30 y 50 años, de nivel educativo alto, con un cargo profesional de responsabilidad media-alta, con un carácter decidido e inquieto, con tendencia al liderazgo; lee todos los manuales de instrucciones y prueba cada función, actuando como creador de opinión dentro de su círculo social.

Tal es la obsesión de estos fanáticos de las nuevas tecnologías que desean mostrarle al mundo que han sido los primeros en obtener el producto colgando videos en YOUTUBE sobre el desembalaje de éstos. Estos vídeos son conocidos como umboxing.

Una empresa que explica muy bien este fenómeno es Apple, la cual ha creado una ideología y una serie de valores entorno a su marca.

Estos fanáticos de Apple –Fanboy- sienten la marca como suya y los productos de la empresa son para ellos, objetos de culto. Incluso se sienten ofendidos cuando se critican todos estos productos.

Algunos ven a Apple como su religión y a Steve Jobs, su creador, como a su Dios.

Los propios compradores son los que hacen la mejor campaña de publicidad para esta empresa, atrayendo a tantísimo medios de comunicación mientras hacen colas multitudinarias en las tiendas esperando su lanzamiento -Publicity-.

Un concepto muy relacionado con esto es el de lovemarks, que se conoce como la lealtad más allá de la razón de sus consumidores a ciertas marcas. Éstas establecen vínculos emocionales con sus compradores.


Hasta Los Simpsons han hecho eco de este fanatismo representado por Apple y lo han ironizado en uno de sus capítulos.

Los Simpsons siempre se han caracterizado por ironizar o burlarse de la sociedad atendiendo a los temas de mayor importancia del momento.

Este fragmento del capítulo representa muchos de los aspectos del mundo Apple y de sus “Fanboy”.

Estar esclavizados por ciertas marcas está comenzando a ser ridículo, porque ¿qué te aporta a ti consumir ciertas marcas o productos?

Muchos pensarán que prestigio, por el gran valor simbólico –Baudrillard- que estamos dando a estas marcas y productos.

Pero en realidad, nos están convirtiendo además de en esclavos, en personas neutras y sin personalidad.

Estas marcas se aprovechan de nuestra vulnerabilidad como consumidores para conseguir su propio éxito en el mercado.

Vemos como la sociedad está esclavizada por determinados productos y marcas, considerándose a estas las que configuran la personalidad de los individuos.

¿Hasta que punto tener lo último es lo primero?

5 comentarios:

  1. Es cierto que ser el primero adquirir un producto nuevo tiene unas connotaciones negativas como las que citáis en la entrada, pero yo no considero que todo sea negativo. Es cierto que el "pato siempre lo pagan los primeros", pero esa sensación de saber que eres una de las pocas personas afortunadas en todo el mundo en tener ese objeto tan codiciado por todos. Esa sensación de adrenalina, de frenesí, ¿no puede superar a la sensación de frustración si realmente no funciona?

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  2. Es verdad lo que dices, pero la sensación de la que hablas ¿Cuánto dura?. ¿Hasta que límite ha llegado la sociedad para que el adquirir un producto nos produzca una sensación que consideramos excesivamente relevante? En la actualidad, hemos sustituído las sensaciones realmente importantes por estas otras.
    El valor signo de un producto no debería superar el valor uso del mismo.

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  3. Considero que esa fiebre por tener lo último se ha ido inculcando desde hace años, lo único es que ahora lo vemos realmente y con productos tecnologicos, muchos más caros y que quedan obsoletos en apenas unos meses. ¿Acaso no queremos vestir siempre a la última y con ropa nueva? La diferencia es el precio y la distinción social.

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  4. Si que es verdad que compramos este tipo de productos para distinguirnos socialmente, pero la cuestión que queremos tratar es si merece la pena dar tanto valor a las connotaciones que rodean a estos productos.

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  5. Muy buena entrada de blog Hannah y Tania, mis felicitaciones, aunque tengo una pregunta para ustedes.
    En el texto hablais de conseguir prestigio como finalidad de conseguir lo último los primeros, ¿es posible que estos consumidores, sean una variante de los compradores compulsivos?.
    En el útimo comentario hablais de si merece la pena dar valor a las connotaciones que rodean a estos productos, pero ¿quién le da valor, la sociedad, la publicidad o el cine/series de televisión?
    Gracias

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