lunes, 28 de noviembre de 2011

¿ADICT@S AL CONSUMO? (G2)

María Gutiérrez y Mª José Picazo

Actualmente vivimos en una sociedad que muestra a las ciudades como grandes supermercados.

Los ciudadanos viven expuestos a la influencia de la publicidad, que crea necesidades y basa la felicidad en la adquisición de nuevos productos. Además esta publicidad dota a los productos de personalidad propia y también hace traspasar esos valores y características a aquel que los compra.

Debido a este fenómeno del consumo masivo que se ha llevado a cabo gracias a la publicidad, podemos situar a las personas en diferentes categorías que las dotan de unas características distintas según el tipo de consumo que éstas realicen.

Por ello, nos podemos encontrar con consumidores que compran por cubrir unas necesidades, consumidores más propensos al consumo pero cuyo grado de implicación con éste no va más a allá, o con aquellos que realmente tienen serios problemas y buscan su solución mediante la compra compulsiva de productos que más tarde puede que ni utilicen. Aquí tenemos uno de los argumentos de la estética del consumo, en la cual se nos dice que el hecho de consumir genera experiencias placenteras.

Pero, ¿Por qué surge la adicción al consumo?

Las principales causas de la Oniomanía, término que da nombre a esta adicción, vienen dadas principalmente por el entorno, que dividimos en dos dimensiones: una de ellas es la relacionada con el círculo más cercano, como la familia, amigos, el trabajo… y la otra, algo más exterior, que corresponde a los medios de comunicación.

La causa principal de la adicción al consumo en el ámbito social es el sentimiento de pertenencia a un grupo. Este es el caso del consumo de marcas de alta gama; se da, cuando hay ciertas personas que consumen objetos de determinado valor monetario para así suscribirse a un grupo con un estilo de consumo legitimado como superior.

Otra de las causas que se producen dentro del entorno más cercano, tiene que ver con lo emocional. Problemas personales como un divorcio, una depresión, dentro de la familia, etc., empujan a la persona susceptible de esta adicción, a comenzar con sus primeras compras compulsivas para así evadirse del problema.

Otro factor que también influye en la adicción al consumo es la influencia de los medios, los cuales ejercen una presión muy importante a tener en cuenta en este tipo de trastornos. Hablamos de que la publicidad, al ser un elemento culturizante, presente en la televisión, radio, prensa o Internet, puede llegar a marcar ciertas tendencias en el individuo que modifiquen su acto de compra.

Esta influencia depende de según qué medios o soportes se consuman, ya que al estar expuesto a una información más afín puedes ser más vulnerable. En este sentido, a la persona le llegan los contenidos que quiere que le lleguen, puesto que ella ha elegido el medio. Con esto nos referimos a que la adicción al consumo se refuerza, al ser una exposición voluntaria.

Las consecuencias de este consumo adictivo pueden venir dadas tanto a nivel personal como a nivel social. En cuanto al nivel personal, nos referimos a que esta adicción puede desembocar en trastornos psicológicos y dar lugar a patologías como depresión, problemas de frustración por no poder conseguir el objeto deseado, problemas familiares, etc. Dentro del nivel social se encontrarían los problemas relacionados con el gasto abusivo tales como el endeudamiento y la falta de crédito y los problemas con la justicia, ya que este tipo de personas son tendentes a cometer pequeños delitos como hurtos o robos, al querer poseer ciertos objetos y no poder pagarlos.

En conclusión diremos que un comprador compulsivo es aquel que, sugestionado por su entorno, se lanza a la conquista de los centros comerciales para consumir indiscriminadamente todos aquellos objetos que se pongan delante de sus ojos; independientemente de si le son necesarios o no. Solamente los adquiere por el mero hecho poseerlos y de sentir satisfecha una falsa necesidad.

¿Creéis que el consumo de medios afines a nuestros gustos refuerza el acto de compra? O por el contrario ¿es cuestión de cada persona desarrollar sus hábitos de compra? ¿Privarías al visionado de publicidad a una persona diagnosticada adicta? ¿Hasta qué punto crees que nos afecta la publicidad en nuestros hábitos de consumo?

6 comentarios:

  1. En mi opinión, es cuestión de cada persona desarrollar sus hábitos de compra. Es cierto que todos estamos influidos en mayor o menor manera por la publicidad, pero también es cierto que no todos disponemos del mismo poder adquisitivo, ni nos movemos en los mismos entornos, ni tenemos las mismas necesidades. A lo mejor, lo que para una persona es imprescindible, para mí no lo es, y viceversa.
    Llegar a ser comprador compulsivo, por suerte no es fácil. Como bien habéis dicho, llegar a este punto no sólo puede desembocar en una serie de trastornos psicológicos o sociales, sino que puede además ser provocado por estos mismos factores.
    El privar a una persona con adicción por las compras al visionado de publicidad no me parece que sea un remedio, ya que esa persona adicta no compra a la publicidad, sino que sale a la calle y compra en las tiendas.

    ResponderEliminar
  2. la publicidad no lo es todo cuando se trata de una enfermad como oniomanía , estamos hablando de personas que adquieren por el hecho de comprar, de sentirse superiores, o por una carencia personal , sentir que pueden adquirir algo, siendo este algo comprado por dinero, así que no creo que las personas que tengan este tipo de trastorno tengan algún problema con ver la publicidad porque viéndola o no van a necesitar adquirir un producto, no es la publicidad quien les ha creado el trastornos, sino las propias personas, que como decia anteriormente por carencias psicologicas o consecuencias de algunas crisis personales deciden que pueden ganar como personas consumiendo,pero no se dan cuenta que no es económicamente como han de consumir, no lo conciben así, y el derrochar es su forma de sentirse superiores, una farsa antes todo, pero por eso se define adicción, enfermedad o trastorno.
    por lo que reitero que no es la publicidad la que esta haciendo daño, sino problemas internos de las propias personas, que exteriorizan su malestar creándose adicciones, ya sea alcohol, drogas o esta enfermedad que creemos que es menos común de los que nos imaginamos pero me atrevo a decir que es un porcentaje extremadamente alto las personas que en la actualidad estan siendo tratadas por sufrir oniomanía

    ResponderEliminar
  3. Está claro que la publicidad y el marketing influyen en nuestros hábitos de consumo, nos incitan, nos embelesan, nos seducen… pero no todas las personas son influidas de la misma manera ni todas las personas tienen unos mismos hábitos de consumo. Cada persona puede determinar su forma de comprar, puede identificar sus necesidades básicas y sus caprichos… Aunque la sociedad de consumo que nos envuelve nos incite a consumir y nos muestre el consumo masivo como algo positivo, eso no quiere decir que todos debamos consumir de la misma manera, masiva e incluso, adictiva.

    Privar de impulsos como la publicidad a personas con problemas de consumo, a personas adictas a consumir, no creo que sea la solución, puesto que no toda la publicidad desarrolla hábitos de consumo nocivos, también existe publicidad social y educativa que pueden mejorar dichos hábitos. Además me gustaría recalcar casos como el de Zara, marca que nunca ha hecho publicidad y no por ello deja de ser consumida. Por lo tanto, la publicidad no siempre es un motivo para consumir.

    Cierto es que durante décadas el uso principal de la publicidad es la motivación hacia el consumo, pero como ya he mencionado, no es el único uso que podemos hacer de ella.

    ResponderEliminar
  4. Creo que los factores externos son muy importantes en el desarrollo de la adicción al consumo, sin embargo dudo mucho que el mecanismo sea el publicitario o su presión. Por el otro lado el que las personas adictas (hasta cierto punto me da igual de qué adicción se trate) desarrollen problemas sociales o sea su adicción debida a previos problemas sociales, tampoco lo veo como una causa de la conducta adictiva sino como un aliciente o un factor de inercia. Creo que hay que mantener a la vista en primer lugar los factores psicológicos individuales que sí tienen que ver con los mecanismos de socialización. Y por último decir a modo de interrogante que también haya ciertos factores geneticos que ayuden.

    ResponderEliminar
  5. Yo no creo que la publicidad cree tantas connotaciones como para provocar una enfermedad. Pienso en los Ludopatas, los cuales tienen un impulso irreprimible de jugar a pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de detenerse. En la actualidad si que pueden estar más persuadidos por la publicidad, debido al gran crecimiento de Internet, pero hace años la publicidad sobre juegos, era mínima y en cambio esta enfermedad ya estaba detectando en multitud de personas...

    Si que es verdad que este tipo de personas pueden ser más influidas por los métodos de los diferentes tipos de comunicación, bien sea la publicidad, el marketing...
    Aprovechando las fechas en las que nos encontramos, creo que un claro ejemplo es "El Consumo Navideño", donde cada vez antes vemos en las grandes superficies comerciales grandes stands dedicadas a ello; incluso las ciudades alumbrando sus calles de mil colores y formas típicas de estas fechas creando un importante gasto en las sociedad.

    Por lo que yo me pregunto ¿Hoy en día sería posible concienciar a las masas de un consumo responsable? O como bien dice Simmel ...¿el continuo cambio de modas hace que entremos en un bucle sin salida?

    ResponderEliminar
  6. Bueno, después de todo lo dicho me parece oportuno recalcar que la Publicidad no solo son spots televisivos, o anuncios gráficos, estos son solo los formatos publicitarios mas simples.Aunque si es cierto que el medio mas eficaz para llegar al público es la Tv (yo me preguntaría porqué).La publicidad es también la marca que lleva tu amig@ en la camiseta o en las zapatillas, las bolsas que ves en la calle, la huella de tus zapatos, una pintada en la vía pública, incluso tu bolígrafo.
    Quiero decir que la Publicidad, en muchas ocasiones está encubierta y aunque en el momento no seamos conscientes, la percibimos sin querer. ES IMPOSIBLE ESCPARA DE LA PUBLICIDAD. Por esto y por lo que anteriormente han dicho, no creo que la solución a la oniomanía sea negar la visión de publicidad.

    Respecto al consumo de canales de TV afines a uno mismo, no creo que influya en el refuerzo de la compra ya que las Agencias se buscan las migas para estar presentes en cuantos mas medios y soportes mejor, buscando su público objetivo allí donde puedan encontrarlo. Las personas, los consumidores, estamos muy estudiados. El bombardeo publicitario será el mismo en toda la oferta televisiva.

    Y por ultimo, la adición al consumo (como enfermedad), es solo el caso mas extremo del consumo. Hoy en día todos tenemos algo de adictos y hemos pecado en este sentido. En contra de lo que dice María, yo no creo que seamos capaces de identificar nuestras necesidades básicas, por lo que no somos capaces tampoco de consumir por estas necesidades. En mi opinión estamos educados para disfrazar de necesidad aquello que es un simple capricho, o algo innecesario. Por ejemplo, necesidad será comprarse un abrigo porque no tienes o porque el tuyo se rompió, pero no comprarte un abrigo porque el color del que tienes ya no te gusta, o porque lo usaste el año pasado.

    En conclusión, somos una sociedad en la que lo material prima sobre todas las cosas. Cuanto más tienes mas eres.

    ResponderEliminar